Aprovechemos Primadomus
Desde que comenzara a estar asociado con la ciudad de Villena, el proyecto Primadomus, impulsado por la fundación holandesa AAP, ha sido una fuente constante de polémicas y enfrentamientos, ya que la entonces oposición entendió que su rechazo al proyecto (paradójicamente impulsado desde la Generalitat Valenciana, también gobernada por el Partido Popular) podía tener una innegable rentabilidad electoral.
De ahí que ahora sean muchas las voces que afirman sentirse decepcionadas al comprobar cómo, lo que en su día fue apoyo y comprensión por parte del Partido Popular, que hizo bandera de la oposición al proyecto Primadomus y se posicionó junto a los colectivos y ciudadanos (especialmente los vecinos de la zona) opuestos al mismo, se ha transformado ahora en el desarrollo de un convenio que da vía libre a la definitiva construcción del centro sin resolver aquellas mismas cuestiones oscuras que en su día denunciaba el propio PP, porque lo cierto es que, pequeñas mejoras al margen la construcción de un aula de la naturaleza, el asfaltado de un camino y la plantación de 1.500 árboles, el documento viene a concretar los aspectos que ya se plasmaban en el convenio original, firmado durante el gobierno del tripartito.
No obstante dicha oposición, el ahora equipo de gobierno ha tenido que asumir un proyecto que venía impulsado por el gobierno anterior y que contaba y sigue contando con todas las bendiciones necesarias por parte de la Conselleria de Territorio de la Generalitat, que el 27 de junio de 2006 otorgó la preceptiva Declaración de Interés Comunitario al proyecto por un periodo de vigencia de 30 años, un documento que incluye la enumeración de una interminable retahíla de informes favorables a Primadomus emitidos por todas las administraciones implicadas: ayuntamiento de Villena, Servicios Territoriales de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación, Diputación Provincial y la Confederación Hidrográfica del Júcar. Es decir, que el proyecto ha cumplido escrupulosamente con todas las tramitaciones administrativas exigidas, superando los exigentes filtros existentes y adaptándose a rajatabla a la legislación vigente, por lo que los ciudadanos no tienen nada que temer ni de lo que preocuparse.
Por ello, abogamos por seguir creyendo en las oportunidades que este proyecto puede aportar a Villena, a la protección de los animales y a la investigación científica. Ya que Primadomus ha venido para quedarse, no tendría ningún sentido, bajo nuestro punto de vista, boicotear el proyecto. Más bien al contrario, habrá que colaborar para, además de mantener un necesario control, sacarle el máximo partido posible en beneficio de nuestra ciudad.