¿Cámaras de videovigilancia? Imposible en Villena, perfectamente posible en el resto del mundo
El PP presenta una moción para instar al equipo de gobierno a instalar cámaras para mejorar la seguridad, velar por el patrimonio y dar más herramientas a los cuerpos policiales
El Partido Popular presenta al Pleno ordinario de enero, que se celebra este jueves, una moción en la que reclama apostar por una mejora de la seguridad ciudadana y velar por el patrimonio, instando al equipo de gobierno a instalar cámaras de seguridad en las zonas más conflictivas de la ciudad. También reclaman convocar la Comisión de Seguridad y realizar un estudio para determinar las mejores ubicaciones para dichas cámaras.
Según recordaba la edil popular María José Hernández, esta es una reivindicación que viene haciendo mucho tiempo “no solo el PP, sino también varias asociaciones de vecinos, pero siempre obtenemos la misma respuesta: que es muy complicado, que lo tiene que autorizar la Subdelegación del Gobierno, que hay conflicto con las leyes de Protección de Datos, etc.”. De hecho, añadía, “hace más de dos años que pedimos que se presupuestara lo que costaría la instalación de esas cámaras… y seguimos esperando respuesta”.
Sin embargo, en apenas dos semanas hemos podido ver en la prensa provincial cómo Petrer ha instalado nuevas cámaras para la detección de vehículos robados que se suman a las 30 cámaras de videovigilancia ya existentes, Aspe ha autorizado la instalación de 35 cámaras, Elda pondrá 20 cámaras más…
Es decir, apuntaba Hernández, “no pedimos nada que no se esté haciendo en nuestro entorno y en ciudades de igual tamaño, como Petrer. ¿Si allí se puede, por qué aquí no?”, se preguntaba, lamentando que “lejos de avanzar, esto sea una muestra más de que Villena se va quedando a la cola y aquí todo se eterniza entre excusas”.
Las cámaras del centro histórico no sirven
Preguntada por las cámaras ya instaladas hace años en el centro histórico, Hernández explicaba que no sirven para estas funciones: “en realidad son lectores de matrículas, pensadas para controlar el tráfico y el acceso al centro histórico, no para hacer labores de seguridad”.
En cualquier caso, matizaba, “nunca han entrado en funcionamiento pese al dinero que se invirtió en ellas y además no están conectadas con la Policía, sino que su central está en el edificio del ayuntamiento, que ya lleva varios años cerrado, por lo que de poco han servido”, concluía la edil popular.
