Carlos Alcaraz se dispara aniquilando a Coria
El pupilo de Ferrero iguala a Tsitsipas como tenista con más victorias del año (46)
Carlos Alcaraz, 19 años y nº 4 mundial, ha entrado en el US Open 2022 estableciendo un ritmo de juego trepidante. Se exhibió ante Sebastián Baéz en su estreno, que concluyó con el argentino retirándose acalambrado. Su compatriota Federico Coria, 30 años y nº 78, aguantó en pie hasta la conclusión, aunque sufrió el vendaval murciano.
El hermano de Guillermo Coria, ahora capitán de Copa Davis de su país, puede constatar por experiencia propia la progresión radical del chico de El Palmar. Siempre podrá decir que tiene un triunfo sobre Carlitos, en la tierra batida de Río de Janeiro, en 2020. Venció 7-5, 6-4 y 6-3 al crío que estaba debutando en ATP Tour.
Dos años después, en la pista dura de Nueva York, un terreno que subraya las cualidades de Alcaraz y dificulta el tenis más terrícola de Fede, el pupilo de Juan Carlos Ferrero se tomó cumplida revancha de aquella lógica derrota. Sin piedad, en una exhibición contante de tenis total, salvo una ligera desconexión cuando estaba 4-1 arriba, de la que se recuperó a tiempo. Venció 6-2, 6-1 y 7-5 en 2h.10'. Su victoria 46 del año, líder del curso igualando al ya eliminado Stefanos Tsitsipas.
No tendrá enfrente en los dieciseisavos, tercera eliminatoria, al campeón del Masters 1000 ATP de Cincinnati, el talentoso croata Borna Coric, sino al estadounidense Jenson Brooksby, vencedor 6-4, 7-6 (10 y 6-1). Habrá duelo inédito hasta ahora. Interesante. El caudal desbordante de Alcaraz contra la pillería del heterodoxo americano.
Antes, otro recital de Alcaraz en el Estadio Arthur Ashe, la central del Billie Jean King Tennis National Center, donde presentó sus credenciales la edición anterior llegando a cuartos en su estreno. Entonces pagó el peaje físico de un cuerpo aún por cincelar. Ahora quiere más y con fundamentos para ello.
Va dejando atrás las finales cedidas de Hamburgo (Musetti) y Umag (Sinner), el tropiezo con Tommy Paul en Montréal y la eliminación contra Cameron Norrie en Cincinnati. Tiene 19 años, lógico que algunos días tenga sus dudas, que acuse la presión cuando la novedad se convierte en responsabilidad, la mente se pone a pensar. Un proceso lógico.
Alcaraz aprende apronto, asimila las experiencias y los retos que se van planteando. Y se ha centrado en el momento, en el día a día en un Grand Slam en el que se siente especialmente cómodo por las condiciones rápidas de juego. Le encanta acelerar, pisar a fondo.
Con un parcial de 9-0 (del 1-2 al 6-2, 6-1) noqueó a Coria. Aunque, en una de sus asignaturas pendientes, dejó respirar al suramericano cuando quedaba el KO con 4-1 en la tercera manga. En un instante, primer 'break' en contra, tras haber salvado ocho bolas de rotura, 4-4. Un despiste que otras veces le ha costado el set, al que se agarró en esta ocasión levantando cinco bolas de rotura antes de establecer el 5-4 ante un rival coqueteando con el riesgo máximo ya distendido. Sorprendido de que el español no le hubiese acribillado definitivamente.
Lo resolvió Alcaraz, que da espectáculo de todo tipo. Faltaba emoción, se la dio unos minutos. Sus pecados de juventud.