Carlos Alcaraz y el sueño de París
La máxima promesa del tenis español hoy en día es Carlos Alcaraz, joven murciano formado en la escuela de Juan Carlos Ferrero en Villena
En este 2020 la perla del tenis español volverá a probar suerte en la tierra de Roland Garros, territorio donde a nuestro país siempre le ha ido muy bien consiguiendo múltiples conquistas.
La máxima promesa del tenis español hoy en día es Carlos Alcaraz. El murciano, formado en la escuela de Villena de Juan Carlos Ferrero, ha crecido una barbaridad en los últimos torneos que ha disputado, y a pesar de que apenas esté comenzando con sus primeros pasos en el territorio profesional, la realidad es que se le augura un gran futuro.
Por eso, el propio murciano tiene una especial ilusión de disputar Roland Garros en este 2020. Ya debutó sobre la tierra francesa en el 2019 con una derrota en primera ronda que podemos recordar en Marca, aunque esta era previsible y Carlos apenas tuvo los galones necesarios como para darle la vuelta a los pronósticos iniciales en aquel encuentro.
Sin embargo, ahora lleva varios meses preparándose encerrado con otros tenistas con el claro objetivo de alcanzar la gloria antes o después en el Grand Slam que mejor se les da a los españoles desde siempre.
Una tierra dominada por España
Sobre la tierra batida de París se cuentan innumerables éxitos de nuestro país desde que en 1961 Manolo Santana fuera el primero en ganar. Al madrileño, que venció también en 1964, se lo unieron después en el circuito masculino Andrés Gimeno (1972), Sergi Bruguera (1993 y 1994), Carlos Moyá (1998), Albert Costa (2002), Juan Carlos Ferrero (2003) y Rafael Nadal con sus 12 títulos conquistados hasta el momento. Mientras, en el cuadro femenino han sido Arantxa Sánchez Vicario (1989, 1994 y 1998) y Garbiñe Muguruza (2016) las que se hicieron con la corona de campeonas.
Así, en el lado masculino nos encontramos con que desde el año 2002 España ha vencido en 14 ocasiones en el abierto francés, dejando solo a unos pocos elegidos triunfar también allí. Gran parte de culpa la ha tenido un Nadal que con sus 12 coronas adquiridas, tres de manera consecutiva hasta ahora, llega a este 2020 como principal candidato a ganar el Roland Garros según las apuestas de tenis, donde se paga a 1,90 en Betway su decimotercer título, cuota ofrecida a 15 de julio del 2020. Sin embargo, habrá un momento que Rafa deje de ganar allí, en su pista, y entonces ahí podría ser el instante en el que Alcaraz pueda tomar el relevo como siguiente tenista nacional en triunfar en este Grand Slam.
Recordemos que el 2020 está siendo un año mágico para el murciano formado en Villena, ya que, como se puede consultar en su ficha en la ATP, ha conseguido superar por primera vez siendo muy joven una ronda en un torneo oficial de la ATP Tour, un ATP 500, el de Río de Janeiro.
Creciendo en Villena, localidad de tenis
Este tenista, aún por hacerse, cuenta desde entonces con una gran carga que intenta soportar con la ayuda de Juan Carlos Ferrero, uno de sus mentores en la academia de Villena, donde sigue formándose para algún día ser una referencia en el deporte de la raqueta.
Equelite es un lugar muy bueno para crecer, pues sus instalaciones están consideradas actualmente como unas de las mejores del país, sobre todo porque además de ser una escuela de talentos, consigue tener presencia a nivel profesional con eventos importantes como el que va a juntar a cuatro de los últimos mejores tenistas españoles en unas semanas.
También estuvo muy cerca de albergar una ronda de la Copa Federaciones, la Copa Davis femenina, en el 2019. Sin embargo, finalmente no fue la escogida a pesar de sus buenas valoraciones por la FET, que sí que abrió una puerta a la esperanza de cara a próximas ediciones en este sentido.
Por todo esto y su continuo contacto con los mejores tenistas del mundo, Villena parece el sitio perfecto para que Alcaraz siga con su transformación y de verdad pueda dar ese salto que le convierta de ser una promesa a una realidad en los próximos años.
Mientras tanto, el joven se tendrá que ir fogueando en torneos como Roland Garros, en el cual podría sorprender si le toca un rival asequible en primera ronda y así demostrar que va avanzando como se espera de él.