CC.OO denuncia los impagos de la empresa Greengrocer, que adeuda a sus trabajadores los salarios desde julio

Comisiones Obreras se ha hecho eco de la problemática que sufren los empleados de la empresa hortofrutícola Greengrocer, radicada en Villena, que no está pagando sus nóminas regularmente. Además desde el sindicato se ha pedido la empresa que solucione las posibles negligencias que está cometiendo en materia de salud laboral o de lo contrario se informará de la situación a la Inspección de Trabajo.
Según Concha Sanjuán, responsable de Comisiones Obreras en Villena, a fecha de hoy la mercantil adeuda, a la mayoría de sus empleados, las nóminas de julio y agosto, habiéndoles pagado esta semana el salario de julio. Y en el sindicato llevan desde el 12 de agosto llamando por teléfono al director general de Greengrocer, Agustín Argandoña, para pedirle que liquide la deuda con los trabajadores.

“Y desde entonces siempre ha prometido que el 20 de septiembre se abonaría todo”, decía Sanjuán, pero como esto no ha ocurrido se ha optado por denunciar la situación públicamente como medida de presión, “porque se puede hacer una denuncia a la Inspección de Trabajo y también una demanda, pero sabemos que la justicia es muy lenta y estas personas tienen que comer todos los días”.

Sin embargo los trabajadores no terminan de creer que cobrarán, “más cuando la mayoría ya trabajaban en la empresa Horfres –que ocupaba antes las naves que ahora tiene Greengrocer y con la que ésta no quiere que se le vincule– y entonces también les debían dinero”, apuntaba la sindicalista. Así que muchos de ellos, cuando acaban sus contratos, ya no quieren que se les renueve, porque no puede segur trabajando sin cobrar, aseguran desde Comisiones Obreras. Y a esto se suma el problema de los horarios, pues según Sanjuán, “la empresa comete unas irregularidades pasmosas, sin saber los empleados qué días van a trabajar y qué días no”.

Por otra parte, Silvia Catalán, responsable de salud laboral de CC.OO. señalaba que han tenido conocimiento de posibles deficiencias, como la falta de ropa especial para los operarios que trabajan en las cámaras frigoríficas, o las dificultades para acceder a los protectores para el ruido necesarios. Así que piden a la empresa a que, con carácter de urgencia, adopte las medidas correctoras oportunas en cuanto a salud laboral, “pues en caso contrario nos veremos obligados a ponerlo en conocimiento de la Inspección de Trabajo para que sea ésta la que indique, si los hay, los incumplimientos de la normativa”.

Por todo ello a las delegadas sindicales les indigna que el director de Greengrocer dijera en junio que su empresa no quería hacer lo mismo que hacían otras y que iban a dar un giro de 180 grados y que habían triunfado, “pues nos preguntamos dónde está el dinero de ese triunfo”. Asimismo le acusan de mentir, al decir que de sus 84 trabajadores, 20 se dedicaban a la producción de Power Pupis (un nuevo producto que consiste en hortalizas en forma de figuras para hacerlas más atractivas ante los niños), “cuando solo ha habido 4 o 5 personas en ese sector”.