En la Plaza de Toros de Villena se ha podido disfrutar de algunas faenas singulares. Es lo que tiene que en nuestra plaza hayan toreado los mejores de cada casa. En el capítulo de petardos también ha habido unos cuantos, aunque no es éste el tema que nos trae.
Cada uno de los aficionados guardará en su recuerdo aquellos hechos que más le hayan significado y, entre todos estos hitos, hoy quiero recordar una soberbia actuación del onubense Antonio Borrero Chamaco. La tarde del día 7 de septiembre de 1955 alternaba con Juan Gálvez y Antonio Vera. Chamaco iba segundo en el cartel, venía a Villena muy dispuesto y la faena a su primer novillo, cuarto de la tarde, pasaría a la historia.
La Plaza estaba casi vacía y por lo que yo he logrado saber, apenas se ocuparon los asientos de las primeras filas. Algunos achacan este hecho a que la novillada inicialmente estaba anunciada para el día 4, se atrasó al 7 por culpa de la lluvia y hubo despistes por parte de los aficionados. El de Huelva, que sin duda era el mayor atractivo del cartel, se lo tomó como un desplante del público de Villena y se sintió estimulado ante la pobre panorámica de los tendidos. En algún momento de la tarde, en el transcurso de la secuencia que lo llevó desde el patio de caballos hasta el final del paseíllo, pronunció un desafío: ¿Es que nadie se ha enterado que hoy torea aquí Chamaco? Otros cuentan que apostilló: Los que no han venido se lo van a perder.
Faena memorable
La faena que recetó al de Don Marcelino Rodríguez fue memorable y se convirtió en leyenda cuando el propio matador reconocía, años más tarde, ante las cámaras de Televisión Española, que la lidia de aquel novillo fue la más notable de su carrera.
En tertulias con aficionados antiguos de Villena resulta sencillo encontrar a muchos que presumen con razón de haber visto la memorable faena de Chamaco, pero todavía son más los que se sacaron chinas que no les correspondían alardeando de haber presenciado un festejo en el que nunca estuvieron.
