Concurso de ideas
Estos últimos días se ha venido hablando mucho del agua desde que la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo archivó las quejas que la Junta Central de Usuarios había presentado sobre la modificación del trasvase Júcar-Vinalopó por una votación muy ajustada en la que no estuvieron presentes dos eurodiputados populares que deberían haber estado allí.
Lo más grave del asunto de la modificación del trasvase no es que esos dos eurodiputados estuvieran o no presentes, sino la actitud que está manteniendo nuestra alcaldesa, arropada por sus concejales socialistas, verdes y comunista, actitud sonrojante y bochornosa no sólo para ella, sino para cualquier ciudadano que mire por el futuro de Villena. Su cambio de parecer y aceptación de la modificación del trasvase dejando a un lado los intereses de nuestra ciudad, sólo respondió y responde a cuestiones meramente políticas impuestas desde arriba por el Partido Socialista. Hemos de tener muy presente, ahora que se acerca la resolución definitiva sobre si va a ver fondos europeos para que se realice este nuevo trasvase de aguas fecales, que el Plan Hidrológico Nacional fue derogado por el PSOE motivado, entre otras cosas, por su alianza con Esquerra Republicana de Cataluña, sin tener ni propuestas alternativas ni argumentos para derogarlo. Perdón, sí dieron algunas alternativas, un ejemplo: desalación, la gran panacea. Vayan ustedes a Andalucía y pregunten qué pasa con las plantas desaladoras: simplemente que el consumo de energía que tienen es tan brutal que no saben de dónde van a sacarla para ponerlas en funcionamiento.
Si el PHN no se hubiera derogado por el simple hecho de que lo había realizado el PP, este tema estaría zanjado y todos estaríamos tan contentos de que se acabase en un futuro muy próximo con la sobreexplotación de nuestros acuíferos. Fue muy triste contemplar la rapidez con la que los políticos que gobiernan nuestra ciudad cambiaron de opinión, y ahora nos intentan vender que la modificación del trasvase es lo mejor para Villena porque va a llegar agua.
Se nos dice que el agua que vendrá desde el Azud de la Marquesa, si es que al final acaba realizándose el trasvase, no será potable. No se preocupen, ciudadanos de la comarca: nuestros acuíferos seguirán abasteciendo a todos aquellos que la necesiten para beber. Se nos dice también que el agua servirá para baldear las calles y regar los jardines de nuestra ciudad, aunque para ello tengamos que levantar el casco urbano para hacer nuevas conducciones de agua no potable con este fin, y si no, para ahorrar costes, con unos camioncitos cuba lo arreglamos y ya está.
Los agricultores, que en teoría serán los mayores usuarios de ese agua, dicen que el agua no servirá para regar los campos por su baja calidad. Propongo a nuestros gobernantes que hagan un Concurso de ideas para darle otros usos alternativos al agua. Yo desde aquí quiero aportar la primera de ellas para darle un aprovechamiento real: si el agua que nos van a traer es verdadero veneno podemos solucionar de una vez por todas el molesto asunto de los mosquitos que año tras año sufrimos, sobre todo en las pedanías. Fumiguemos con aguas fecales del Azud de la Marquesa nuestros campos, porque aunque mata peces a miles no deja de ser agua, por lo que el señor Pastor siempre podrá decir que hemos encontrado el tratamiento ideal para acabar con los dichosos mosquitos: respetuoso con el medio ambiente, no productor de emisiones de CO2 y barato, muy barato.
En otra ocasión intentaré hablarles del enterramiento de Villena, disculpen, del soterramiento de las vías, en qué estaría pensando.