Confirmado: la piscina cubierta no abrirá sus puertas con el comienzo del curso

El alcalde, Francisco Javier Esquembre, ha confirmado que la apertura de la piscina cubierta municipal se retrasa definitivamente a la espera de solventar los problemas derivados de la no inclusión en el proyecto del transformador eléctrico necesario para dar servicio a las instalaciones.
De hecho, este asunto tuvo que dejarse sobre la mesa en la última Junta de Gobierno porque los diferentes informes jurídicos muestran contradicciones sobre quién debe hacerse cargo del coste de dicha instalación, la empresa concesionaria o el ayuntamiento. En consecuencia, y mientras no se pueda licitar y adjudicar esta instalación, no se puede “concretar una fecha de apertura, aunque ya sabemos que no se podrá abrir en la fecha prevista, que era septiembre u octubre”.

Para el alcalde, sorprende que “el PP pensara que la piscina podía funcionar sin luz y en un año y medio no realizaran las diligencias necesarias para resolver este problema. De hecho llegó a aprobar la licitación, pero un año después aún no se había producido”.

En cualquier caso, y “pague quien pague, esto hay que hacerlo para acabar la obra lo antes posible y que los ciudadanos puedan disfrutar la piscina, pero ahora existen contradicciones legales que hay que analizar para ver cómo actuamos sin incurrir en errores”.

Modificar el proyecto o las tarifas… si se puede
Esas “contradicciones legales” a las que se refiere el alcalde hacen referencia al propio procedimiento administrativo, que se va a ver modificado, y hay que cuidar los pasos que se den porque podrían ser irregulares y revertirse el proceso. Por ejemplo, si fuera la empresa concesionaria la que tuviera que pagar esa instalación, haría más gasto del previsto en la licitación y podría recuperarlo vía aumento de las tarifas previstas en la plica, pero en ese caso se estaría incumpliendo la propia plica ya aprobada… Pague quien pague, y éste es otro caso, la instalación del transformador supondría la modificación de un proyecto ya aprobado por Pleno. En definitiva, un barullo legal que por el momento no se ha resuelto y que el alcalde espera “solucionar cuanto antes, porque aunque éste no era nuestro proyecto vale la pena que se use y hay que desbloquearlo como sea”.