Cartas al Director

Crónica de un servicio policial

¡Hola! Me dirijo a todos vosotros porque, finalmente, me he animado a contar lo que me aconteció el pasado día 2 de agosto cuando tuve que avisar a los agentes de la Policía Local para que retirasen un vehículo estacionado en el vado de mi garaje: crónica de un suceso esperado.
Bien, pues resulta que llegaba a casa a mediodía para comer cuando me encuentro un vehículo estacionado en el vado de mi cochera (vado que, por cierto, religiosamente pago). Lo primero que hice fue mirar a ver si era de algún vecino cercano. Al no haber éxito, no tuve más remedio que llamar a la policía (pues francamente, todos sabemos que el parque de vehículos en Villena no anda muy en consonancia con las plazas de estacionamiento disponibles). Me dijeron que inmediatamente iba a salir una pareja que patrullaba a esa hora. ¿Seguro? ¡Vamos a ver…!

Desde las 13:50 h. que llamé hasta pasadas las 14:30 h. (sí, sí, leen bien, ¡más de media hora!) estuve esperando la “inmediata” llegada de los agentes. Evidentemente, ante esta INCREÍBLE CELERIDAD no tuve más remedio que realizar 2 llamadas más en ese intervalo de tiempo.

No sé qué les parecerá a ustedes (bueno, quizás no les sorprenda con esto, pues no es nada nuevo). Sin embargo, personalmente, me quedé francamente decepcionado con el servicio. Además, si nos atenemos al tiempo que tuve que estar esperando, el conductor de dicho vehículo no podría decir el típico “perdone, pero si han sido sólo 5 minutos…”. Que tampoco cabe esa expresión, pues creo recordar que el Código de Circulación dice bien claro que en un vado “únicamente se puede parar (siendo la parada de menos de 2 minutos), de lo contrario se tratará de un estacionamiento, que está prohibido”.

Finalmente, llegan los agentes y el servicio de grúa. Es en ese momento cuando el encargado de la grúa se dispone a realizar todo tipo de fotografías al vehículo, en todas las posturas posibles. Que vale, yo entiendo que es un procedimiento correcto, más que nada para tener las pruebas necesarias ante una posible acusación de daños al vehículo por parte del dueño. Pero señores, ¡háganlas con más rapidez por favor! Y digo esto porque, en el preciso momento en que terminó la “SESIÓN DE FOTOS” y se disponían a enganchar el vehículo, nos aparece el dueño del coche y nos dice: “¡perdonen, es mío el vehículo, no lo enganchen que lo he dejado aquí porque he ido un momento a comer y aquí hacía sombrita!”. Así que la policía dijo: “según la ordenanza […] no nos podemos llevar el vehículo porque no estaba elevado”.

Ejem, ejem,…, primero he de confesarles que se me quedó cara de tonto. ¡Pero por Dios, cómo se lo van a llevar ustedes si han tardado en el procedimiento casi 45 minutos! ¡Es que así no se lo lleva nadie! Quiero destacar que no es mi intención que se lleven ningún coche, pero cuando uno se pasa todo este tiempo y encima sin comer (al contrario que el citado infractor, el cual había comido “tranquilamente” sabiendo que su coche estaba en la “sombrita”), no es para querer menos.

No sé si a ustedes les habrá ocurrido esta situación, puede que sí. Desde aquí quiero mostrar mi más profunda queja al servicio de policía que recibimos muchas veces cuando les avisamos, pues sabemos que la rapidez que les caracteriza podría ser mejorada. No sé, no quiero pensar que esto sea una forma para evitarse así los gastos y trabajo en grúa. No quiero, pero es que me lo ponen francamente difícil, más si cabe cuando nos encontramos en verano. ¡No quiero ni pensar lo que tiene que ser un aviso por teléfono a la policía el resto del año!, pff. Por otro lado, tengo entendido que cuando alguien es multado/a, cabe recurso de reposición para alegar lo que se crea oportuno. Pero es que en este caso, espero y deseo que, al menos, no se libre de la multa el infractor, pues evidentemente no cabe justificación alguna.

Finalmente, termino este escrito recordando que lo necesario no son más policías (= más gastos), sino una mayor coordinación, organización y voluntad de trabajo. Reciban los saludos de un vecino suyo y que pasen unas próximas buenas fiestas, en las que, por cierto, supongo que los agentes tendrán más trabajo si cabe.

Fdo: José Gaspar M. P.

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