Sociedad

De Holanda a Villena en bicicleta para apoyar a Primadomus

Roelof van Doveren, auditor holandés de 42 años, es uno de los muchos ciudadanos del país de los tulipanes que, de un modo u otro, colaboran con la Fundación Stichting AAP, promotora del centro de primates Primadomus, instalado en Villena.
Pero en su caso, la colaboración ha ido más allá. Primero convirtiéndose, como voluntario, en tesorero y miembro de la Junta Directiva de la fundación, y segundo, recorriendo en bicicleta los 2.448 kilómetros que separan la localidad de Almere –sede central de AAP– de Primadomus, en la Sierra de Salinas, para recaudar fondos para los primates, aventura que terminó el pasado martes.

Antes, y durante 18 días –a una media de 135 kilómetros diarios–, este ciclista aficionado –hace más de 5.000 kilómetros al año– ha cruzado media Europa (Holanda, Bélgica, Francia y España, con paradas, entre otros lugares, en Bruselas, París, Orleáns, Zaragoza o Utiel…), y por si fuera poco, un día después de llegar, aún le quedaron fuerzas para trasladarse, y volver, desde Villena a Relleu, localidad donde AAP adquirió la finca que iba a acoger el proyecto Primadomus en primera instancia.

Columpios para primates
La idea de realizar este viaje no es nueva, puesto que se le ocurrió a Roelof desde el momento en que AAP decidió construir un centro en España. Coincidiendo con la llegada a Villena de los 11 primeros primates, estuvo a punto de partir una expedición de 11 ciclistas, pero el viaje debió suspenderse. Y hace un año, al conocer que una etapa de la Vuelta Ciclista a España salía desde nuestra ciudad, Roelof decidió que “ahora o nunca”. Organizó su trabajo para disponer de un mes de vacaciones y se lanzó a la aventura, dispuesto a completarla acompañado o en solitario, como finalmente ha sucedido.

Durante su viaje, Roelof ha ido narrando su experiencia en su blog de Internet (www.mijnaapactie.nl), donde solicita las donaciones de sus seguidores, amigos, colegas y vecinos. Su objetivo es recaudar 2.448 euros, es decir, un euro por kilómetro, y antes de finalizar su aventura ya había conseguido unos 1.700 euros. Todo lo recaudado se destinará a la compra de columpios para los módulos de los primates de Primadomus.

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