Verdes

Desde el ecologismo: compromiso con la paz

Reflexión de la Asamblea Verde en el Día de la No Violencia y la Paz

La humanidad está inmersa en un difícil período en el que la arquitectura internacional de cooperación y desarrollo parece romperse por todas partes. Si la débil respuesta ante la emergencia climática poneen riesgo la vida en el planeta, el avance de los crecientes focos bélicos hace todavía más inquietante el futuro.

En esa tesitura, vuelve a celebrarse un año más el Día Escolar de la No Violencia y la Paz como jornada en que se reitera la necesidad de crecer en valores de solidaridad, comprensión y paz. Pero, al tiempo, avanza la hipocresía mundial favoreciendo el auge de la guerra en diferentes escenarios geográficos.

Como si volviésemos al pasado, se acepta que la fuerza y no la razón sea la manera de solucionar un conflicto. Desde la Asamblea verde, nos posicionamos como siempre contra la guerra como manera de solucionar los conflictos y por la superación de éstos mediante el diálogo para solucionarlos sin el uso de la violencia.

Se suele afirmar que la guerra es la actividad humana más contaminante: libera emisiones, se destruye infraestructura, malgasta recursos, destroza la naturaleza. De hecho, se superponen los objetivos militares al medio ambiente: ecocidios, daños a la fauna y vegetación silvestre con la destrucción de sus entornos, muchas veces endémicos. Y por supuesto, el daño humano que genera: espiral de muerte, de violencia, odio, fanatismo y deshumanización. Por eso, desde Verdes de Europa nos reafirmamos en la alternativa de la paz y en el ecologismo que, por consiguiente, va asociado al pacifismo.

Nos oponemos a que los intereses económicos sigan primando por encima de la vida de las personas y del planeta. Y nuestro país no escapa de ello. A pesar de la postura certera que el Gobierno de España ha intentado tener, por ejemplo, contra la guerra en la Franja de Gaza, la contradicción permanente continúa con el aumento del gasto militar respecto a 2022 o por el hecho de que España se sitúa como séptimo país exportador mundial de armas.

La industria de armas española llegó a exportar 4000 millones de euros el pasado año, contraveniendo la propia ley de comercio de armas que indica que no pueden venderse armas a países que podrían violar los derechos humanos. Pero armas españolas han participado en combate en Yemen, Libia, Arabia Saudí, Turquía o los Territorios Palestinos Ocupados.

No basta con palabras: si educar para la paz es el camino, el fin del comercio de armas debe ser parte de él.

Por: Asamblea Verdes de Europa - Villena.

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