DK – La Fuerza de la Palabra
Muchos, seguramente sin saber, tenemos una opinión bastante equivocada del Hip-Hop o de su otra modalidad, tal vez más conocida, el Rap. En estos últimos meses, y gracias al programa Mira quien baila, que nos ha acercado un poco a su peculiar estilo de baile, hemos conocido un poco más esta modalidad artística y creo que ha ayudado a limpiar esa imagen que, considero injusta, se le había adjudicado.
Pero no es de arte de lo que voy a hablar, no, sino de lo que tiene como ciencia el Hip-Hop, ciencia social en toda su extensión que, para cualquiera que se acerque a escuchar atentamente la letra de sus canciones, se sorprenderá de la profundidad de sus razonamientos. A poco que uno sea sensible con todo lo que rodea a nuestra sociedad, en especial a su juventud, podrá encontrar verdaderos alegatos de libertad, pública expresión de sentimientos hondos, inquietudes y crítica directa emitida con el desparpajo de una juventud que, no por inexperta, está exenta de su derecho a la reivindicación de sí mismos, de su identidad como ciudadanos que son y herederos del futuro de nuestra ciudad, de nuestro comunidad autónoma y de nuestro país.
Eminem es, probablemente, el rapero más conocido a nivel mundial, sin embargo, en casi cualquier rincón de nuestro pequeño mundo podemos encontrar a un joven dispuesto a contar, cantando con la contundencia de la palabra, la realidad de nuestra sociedad vista desde la perspectiva de un colectivo que, como decía antes, puede que sea inexperto por su juventud, pero no por ello carente de valores, inquietudes e ideas, jóvenes dispuestos a comprometerse con sus vecinos y con los proyectos de su ciudad a poco que se les otorgue la oportunidad de aportar cuanto ellos son capaces, de permitir, como se nos permitió a nosotros, cometer errores y escarmentar, aprender en definitiva lo que los mayores podemos enseñarles estando dispuestos, nosotros también, a aprender lo mucho que ellos nos pueden dar.
Admito que he sido reaccionario con esta modalidad artística, siempre he sido más de los Julio Iglesias y Perales que no de este tipo de chavales que, vestidos con ropas mega anchas, me daban una sensación, digamos, extraña. Hoy, creo que es de justicia reconocerlo, he de confesarme fan de Falsa Alarma, un grupo que, con sus canciones, me hizo pensar mucho y logró derribar unas barreras que, sicológicamente, yo mismo había puesto para no admitir una verdad que inexorablemente tenía que imponerse.
Hoy, permítanme que lo haga desde esta columna de El Periódico de Villena, quiero expresar un sincero y profundo reconocimiento a un cantautor villenense cuyo nombre artístico es DK, quien, aunque él lo desconoce, me ha acompañado en muchos de mis viajes en coche mientras recorría las autovías hispano-lusas y en muchos momentos en los que la añoranza del hogar lejano hacía sentirme sólo, él, sus canciones, la bellísima expresión de amor de alguna de ellas, la contundente demostración de razón de su letra, me hacían mirar a la inmensidad del océano, observando cómo el sol se escondía como engullido por el agua, sabiendo que al día siguiente volvería a salir asegurando un nuevo día, un futuro y reconociendo en DK y en los jóvenes como él que el futuro de nuestra sociedad está asegurado porque, a diferencia de lo que muchos dicen y muchos creen, los valores de la juventud cotizan al alza y eso, amigos lectores, es la mejor garantía de futuro que podemos tener. No sé si DK triunfará en la música, lo que sí le puedo decir es que lo ha hecho en mi corazón.
Descargando el archivo Mp3 adjunto podrán escuchar una buena muestra de su música.