Política

Ediles campistas y oposición, unidos para pedir el cese de Isidro Gosálbez, a pesar de ser una competencia exclusiva de Lledó

El Pleno extraordinario celebrado hoy para debatir la moción del PSOE instando a la alcaldesa a destituir a Isidro Gosálbez ha servido para escenificar, una vez más, la ruptura del equipo de gobierno. A pesar de que, con la ley en la mano, no podía haber moción, sino ruego, una vez levantada la sesión hasta 13 concejales han pedido a Lledó que destituyera a su asesor de ocio.
Ha abierto la sesión la Secretario Municipal, dando lectura a un informe jurídico encargado por Celia Lledó en el que se argumenta la legalidad o no de la convocatoria de la sesión plenaria así como su contenido. Así, la alcaldesa no se podía negar a convocar el Pleno, pero éste no puede usurpar las competencias de la alcaldesa. Es decir, como es a la máxima autoridad a quien corresponde nombrar al personal de confianza, es ella y solo ella quien puede decidir sobre su destitución. Finalmente, y a la vista de la jurisprudencia existente, la moción tenía naturaleza de ruego, es decir, una petición a la alcaldesa que ésta puede aceptar o no y que no ha de ser votada por la Corporación.

El PSOE ha aceptado el informe, señalando Carlos Beltrán que el equipo de gobierno se conduce “más como una coalición de partidos que como un partido único” y recordando que “se ha amordazado a la oposición no dejándola estar en Junta de Gobierno y después se ha ocultado información a los propios concejales del PP, trasladando al ayuntamiento y a la acción municipal disputas internas del PP”. Como ejemplo, Beltrán ha señalado que “al no hablarse los concejales del PP ha sido imposible elaborar un presupuesto”.

Esta situación, ha continuado, “sobrepasó todos los límites admisibles el 21 de septiembre”, por lo que el PSOE considera que, “independientemente de nuestras disputas ideológicas, y aceptando la presunción de inocencia, no se puede consentir que se le falte el respeto a un concejal; independientemente de las responsabilidades jurídicas del caso, existe también la responsabilidad política, y quien comete un error debe asumir las consecuencias. Al ser un contratado por Alcaldía, es Alcaldía quien debe asumir esa responsabilidad y defender la dignidad del cargo de concejal”.

Distinguir lo político de lo personal
Tajante, Celia Lledó no ha aceptado el ruego, señalando que “hay que distinguir entre el plano personal y el político” e indicando que “los concejales deben rendir cuentas ante los ciudadanos que los han votado, pero un cargo de confianza no”. Asimismo, Lledó ha recordado el caso de un trabajador municipal –en referencia a José Ayelo– de quien se solicitó la apertura de un expediente por una acción realizada fuera del ayuntamiento y de sus horas de trabajo, indicando que “no hubo expediente porque cualquiera, en su vida personal, hace lo que quiere”. Tras reiterar que “no es a mí a quien corresponde decidir, sino a los tribunales, porque no puedo ser juez y parte”, Lledó ha señalado que “por encima de nuestras divisiones, nuestro compromiso es cumplir nuestro programa y seguir trabajando, como hemos hecho hoy en la plaza de toros”.

Escenificar la ruptura
Una vez concluido el debate, y pese a que un ruego no se vota, la oposición al completo –siete ediles del PSOE y dos de Los Verdes– y Adela Serra, Virtu Amorós, Mari Paz Poveda y Juan Carlos Pedrosa han “votado” a favor de la “moción”, haciendo así patente ante toda la ciudadanía su rechazo a la actuación de Celia Lledó y sus deseos de que Isidro Gosálbez sea destituido como asesor del ayuntamiento de Villena.

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