Historia

El asedio al Castillo de Villena de 1707: la antesala del asedio

Para que nos hagamos una idea de la población de Villena en 1707, recordemos que el censo de Floridablanca de 1787 decía que Villena tenía 6.980 habitantes. En 1707, por tanto, los habitantes de la ciudad serían, por regla general, sensiblemente menos teniendo en cuenta, además, la guerra que padecían.
Por otra parte y según un plano militar francés de los primeros años del XIX, el casco urbano de la ciudad “casi” acababa bajando por la calle Zapater, puerta de Almansa y Corredera. En 1707 Villena sería incluso algo menos “grande”. Y fuera de ese casco urbano, alguna casa suelta, algún molino de agua, campo y huerta.

Esa era la Villena que se encontraron los austracistas el día 17 de abril de 1707. Esa mañana, nada parecería presagiar a Monsieur de la Grosetete, Capitán del Regimiento de Infantería Francesa “Blesois” de guarnición en el Castillo de la Atalaya, así como a sus hombres –alrededor de 150 soldados franceses y algunos paisanos–, la que se les venían encima desde Yecla: todo un ejército de unos 25.000 soldados austracistas.

El Regimiento de infantería francés “Blesois”, estaba de guarnición en Villena al mando del Brigadier de la Robiniere. Éste y ante la aproximación de los austracistas a Villena desde Yecla, dejó al Capitán de la Grosetete con unos 150 hombres –de 100 a 150 según fuentes– y artillería –de 4 a 6 cañones según fuentes– en la Atalaya. Junto a la Atalaya había otras dos guarniciones francesas que sumaban otros 120 soldados con sus mandos, situados en Salvatierra y otro puesto sin identificar pero que con toda probabilidad sería la Ermita del Santo Sepulcro –Las Cruces–. Salvatierra y Ermita del Santo Sepulcro vienen relacionados en el Archivo Histórico de Villena como puntos defensivos fortificados. Esa misma fuente también decía que se hizo una tercera posición fortificada o “fuerte” en la Sierra de la Villa.

Los borbónicos también habían realizado gran cantidad de obras defensivas a todo lo largo del perímetro defensivo de la muralla almenada que rodeaba a Villena, así como en sus puertas principales de entrada y salida, portillos y casas de dos alturas adyacentes a la misma. Cuando llegan los austracistas en la tarde del 17 de abril, el cerco de toda la ciudad con muralla, tapia o cerca, es completo tal y como lo confirman los mismos austracistas Debido a la salida del Regimiento “Blesois” y al escaso número de tropas borbónicas que quedaron en Villena en el mes de marzo-abril de 1707 –alrededor de unos 270 soldados franceses del “Blesois” y algunos paisanos–, defender todo el perímetro de la muralla que rodeaba a Villena habría sido un suicidio frente a los 25.000 austracistas que llegaban desde Yecla. La opción borbónica sólo pasaba por el Castillo de la Atalaya y sus adyacentes puntos fortificados.

En relación a la Atalaya, los borbónicos previamente desalojarían a los prisioneros austracistas, valencianos, frailes y monjes que estaban presos en la Torre del Homenaje. A tenor de lo estudiado, en la Atalaya habría una gran cantidad de provisiones –sólidas y líquidas–, gracias a la previsión que se tenía desde hacía meses al subir comida, leña y a limpiar el “pozo” de “agua manantial”, con aljibe incluido. Incluso había varios hornos de yeso para facilitar la llegada de ese material a las diferentes obras militares en construcción, y un horno para cocer pan del que actualmente quedan algunos restos en el patio de armas, pared oeste.

La Atalaya tenía, como mínimo, cuatro líneas defensivas: una exterior –fajinas, trincheras, encubierta, etc.– y tres interiores –las dos murallas que hoy conocemos y la torre del homenaje–:

1.- Línea Defensiva Exterior: La principal línea exterior defensiva de la Atalaya era la gran “tapia” o terraplén de tierra –u obra en algún tramo–, que se hizo en la parte exterior de la primera muralla. Era una gran trinchera que circundaría toda la planta del castillo.

2.- Línea Defensiva Interior: Compuesta por las dos murallas hoy conocidas y la torre del homenaje. La puerta o portillo que hay en la muralla exterior se cimentó y se hicieron numerosas “troneras”. Recordemos que los defensores tenían algunos “pequeños cañones”.

Pues este sería, a voz de pronto, el sistema defensivo que se encontraron los austracistas al llegar a Villena en la tarde noche del día 17 de abril de 1707.

JOSÉ VICENTE ARNEDO LÁZARO
Ganador del IV Premio de Ensayo e Investigación “Faustino Alonso Gotor”.
Socio de las Comparsas de Estudiantes y Marruecos –Cronista y Museo–
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