Ciudad

El Ayuntamiento reurbaniza el tramo de la calle Párroco Azorín que quedó pendiente tras la construcción del edificio Carmelitas

La semana pasada la brigada municipal de Obras comenzaba unos trabajos de remodelación de la calle Párroco Azorín –contigua a la Iglesia de Santiago– que los vecinos de la zona llevaban esperando 4 años, pues debía acometerlos la promotora que levantó un bloque de viviendas en el solar que ocupaba el antiguo colegio Carmelitas pero finalmente quedaron en el aire tras entrar la empresa en concurso de acreedores.
Según explicaba el concejal de Obras, Juan Richart, finalmente el Ayuntamiento ha tenido que realizar esta obra al desaparecer la empresa. “Y aunque esto pasó en 2009, y me hubiera gustado hacerlo antes, ha transcurrido bastante tiempo porque el Ayuntamiento tuvo que seguir un largo procedimiento para reclamar el aval depositado por la mercantil cuando inició la construcción”, decía.

Se pidió a la empresa que realizase la urbanización y tras negarse ésta, se publicó en el BOP y se le exigió, pero al final se tuvo que pedir al banco que hiciera efectivo el aval para que con ese dinero el Ayuntamiento termine dichas obras. No obstante continúa el contencioso iniciado desde el gobierno municipal contra los propietarios de aquella promotora, que en su momento tuvo que comprometerse a ceder al consistorio parte de los bajos de aquel edificio, por un exceso en su edificabilidad.

“Pero no es el único caso, pues hay al menos otros 8 edificios en Villena que, por circunstancias el constructor no pudo concluir y el Ayuntamiento también está trabajando para que se ejecuten los avales y poder finalizar las urbanizaciones”, añadía Richart.

Respecto a la actuación en sí, el edil indicaba que con el dinero del aval, se está terminando la acera de Párroco Azorín (que justo en la fachada del citado edificio había desaparecido durante la construcción y así quedó). También se va a concluir el asfaltado de la calle, desde la zona central hasta la Corredera, pues la parte alta (hasta Ramón y Cajal) ya se había renovado a principios de septiembre de 2012. Ésta actuación la venían reclamando desde hace mucho tiempo los propietarios de viviendas del citado edificio, pero también muchos ciudadanos que acceden por allí a la Iglesia de Santiago para acudir a misa.

Asimismo se va a aprovechar para renovar el asfalto de la calle Revueltas, paralela a Párroco Azorín y que, por permanecer oculta en parte por varios edificios y no tener apenas circulación de vehículos lleva mucho tiempo abandonada, con importantes socavones y zonas sin asfaltar, cuyo estado empeoró aún más por las obras de construcción de este edificio y otro que linda con la calle Joaquín María López.

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