El cronista de la España posfranquista
Abandonad toda esperanza, salmo 803º
Los que me conozcan un poco sabrán que con el escritor y periodista alicantino Mariano Sánchez Soler me une una relación de amistad desde hace ya más de veinte años. Un período de tiempo durante el cual, además de compartir confidencias personales y alguna que otra cerveza, pasé de ser asistente a algunas de sus conferencias y alumno de un par de sus cursos a compañero en la labor de dirigir Mayo Negro, las Jornadas de Género Negro de la Universidad de Alicante (que, por cierto, muy pronto estarán de vuelta). Por tanto, ni que decir tiene que en lo que va de siglo XXI he podido ser testigo privilegiado de la construcción de buena parte de una obra literaria que, ya se moviese en el complejo ejercicio de la ficción o en el pantanoso territorio del ensayo o la investigación periodística, viene caracterizándose entre otros muchos méritos y de forma ejemplar por dos aspectos a mi parecer fundamentales: el rigor y la coherencia.
En esta línea continúan las dos últimas aportaciones a su ya extensa bibliografía. La primera en aparecer, concretamente en el mes de octubre del año pasado, fue La larga marcha ultra, contundente reportaje periodístico de casi quinientas páginas en el que el autor de novelas ancladas en la crónica negra como Nuestra propia sangre o El asesinato de los marqueses de Urbina analiza la constitución y el desarrollo de la extrema derecha en España, desde la muerte de Francisco Franco a finales de 1975 hasta la irrupción y consolidación del partido político Vox; un tema que ya había tratado con anterioridad en Los hijos del 20-N. Historia violenta del fascismo español, una crónica interesantísima pero que desde aquel 1993 en el que apareció había quedado desactualizada y que además resultaba difícil de conseguir hoy salvo en el mercado de segunda mano y a precios prohibitivos.
De este modo, en este nuevo volumen Sánchez Soler arranca con el momento en el que la extrema derecha deja de estar representada por el propio régimen del dictador para, en el mismo instante en que se instaura la democracia y comienza la llamada Transición, refugiarse en la organización política Fuerza Nueva y en los Guerrilleros de Cristo Rey. Una etapa que culminará con la matanza de los abogados laboralistas de Atocha, el atentado en las oficinas de la publicación satírica El Papus y el brutal asesinato de la estudiante Yolanda González. A estas cruentas acciones les seguirá un proceso más sibilino que pasará por el negacionismo del Holocausto, la xenofobia y la demonización de la figura del inmigrante; una postura ideológica que evolucionará hacia la retórica contra lo progre -llama la atención que quien apuesta por el progresismo vea esta condición utilizada como insulto en su contra-, instaurada principalmente por Vox. Una nueva formación la del partido encabezado por Santiago Abascal que irrumpe en el Parlamento español en 2018 aprovechando el desgaste de Podemos y la progresiva indiferencia que despertará el supuesto centrismo de Ciudadanos, los otros dos nuevos partidos que se habían autoproclamado como quienes iban a regenerar la política española acabando con el bipartidismo del PSOE y el PP.
Así pues, quienes deseen averiguar las razones por las cuales la extrema derecha española ha tardado más de cuarenta años en entrar en el Parlamento sin destruir el ejercicio de la democracia mientras que en países europeos cercanos como Francia o Italia -por no hablar de los más directos herederos ideológicos del nazismo en Alemania- ya estaban establecidos desde hace varias décadas de la mano de figuras temibles como Marine Le Pen, Silvio Berlusconi o Matteo Salvini, encontrarán la respuesta en este estudio tan apasionante como escalofriante. En resumidas cuentas: una obra, insisto, rigurosa y coherente, ordenada con diáfana claridad desde el índice inaugural a la nutrida bibliografía y el contundente índice onomástico del final -donde se nota, y para bien, que el autor es doctor en Historia-, y que hay que leer para saber a ciencia cierta cómo hemos llegado hasta aquí, y qué es lo que nos estamos jugando.
Con el arranque del 2023, y apenas tres meses después de la publicación de La larga marcha ultra, ha llegado a las librerías otro título con la firma de Sánchez Soler: Una hojarasca de cadáveres. Es esta una propuesta de carácter más divulgativo, más ligero si se quiere, y que puede leerse como un complemento de la anterior en la medida en que se aparta de las actitudes criminales instauradas en el Poder con mayúsculas para centrarse en la crónica negra que ha venido salpicando las páginas de la sección de Sucesos de los periódicos... Al menos desde que existe esa prensa escrita donde el autor ha ejercido la labor de periodista desde su juventud (especialmente en el semanario Tiempo), que hoy no pasa por su mejor momento y que en determinados formatos y circuitos amenaza con desaparecer.
Los casos recogidos en esta Crónica criminal de la España posfranquista -tal y como señala el propio subtítulo del libro- son sucesos ya trabajados por el autor en el pasado: unas veces como foco de reportajes periodísticos, otras como material de inspiración para ficciones inquietantemente verosímiles. Así, por sus páginas desfilan (por citar solo algunos) víctimas y verdugos como la citada Yolanda González, Rafi Escobedo, el Nani, la “Dulce Neus” o Lucrecia Pérez Matos, esta última otra de las bajas provocadas por ese mismo movimiento ultra que protagoniza el volumen comentado más arriba. Personas todas ellas convertidas en personajes de unas crónicas escritas con la sabiduría narrativa de quien es también un novelista formado bajo el magisterio de Hemingway y Jim Thompson (menudo cóctel explosivo).
A modo de conclusión, es de justicia señalar que Mariano Sánchez Soler afirma que en este Una hojarasca de cadáveres visita estos crímenes de la crónica negra española por última vez. Así pues, estamos ante una antología criminal que puede entenderse como un ajuste de cuentas no solo con la Historia reciente de nuestro país sino también con su propio legado como cronista; y, por tanto, como un punto de partida que podría cerrar una etapa de su carrera como escritor y abrir la puerta a acometer nuevas aventuras creativas. Eso sí: será un punto y aparte, que no final, porque si de algo no me cabe duda es de que Mariano abandonará este mundo terrenal con un bolígrafo en la mano. Rigor y coherencia hasta la sepultura.
La larga marcha ultra. Desde la muerte de Franco a Vox (1975-2022) y Una hojarasca de cadáveres. Crónica criminal de la España posfranquista están editados por Rocaeditorial y Alrevés respectivamente.