El PIB y las Sensaciones
Venía escuchando el programa Hora 14 de la cadena SER cuando, entre los muchos temas electoralistas, han sacado a colación el de la economía del país. Esto ha sido, claro está, tras sacar de paseo, otra vez, la polémica manifestación celebrada recientemente en Madrid o, mejor dicho, las polémicas declaraciones de algunos altos cargos de la Iglesia. La verdad es que, a base de escuchar a los que realizan este programa, por la forma de encabezar la noticia uno ya sabe que lo que le van a servir es un plato precocinado cuando no uno recalentado.
Hablemos de datos objetivos, no de sensaciones comenzaba diciendo el locutor. Y nos daba como aperitivo, que no sé si interpretarlo como una preparación para el estómago o como diríamos vulgarmente, nos daba una pasadita de vaselina: Todos sabemos que el verdadero indicador de la economía es el P.I.B. y esto que vamos a decir es un dato y no una sensación. En 2004, finalizando la etapa del PP en el Gobierno, el P.I.B. era del 2.9 y en estos momentos, es del 3.8. También el paro en aquellos momentos era superior a la tasa actual a pesar de los malos datos recientes... bla, bla, bla., más o menos esto venía a decir.
Y fíjese Ud. que tienen razón, los datos objetivos son esos, ni más ni menos, y si de datos objetivos hablamos, nada se podría reprochar al comentario, pero estaremos de acuerdo en que los datos objetivos son mucho más significativos si vienen complementados con la sensación del ciudadano, de nuestra confianza en dichos datos objetivos.
Todo este plato precocinado que nos hemos jalado quienes escuchábamos ese programa, venía como forma de desacreditar a quienes, desde el PP, están dando avisos de que la economía no va tan bien como dicen los datos objetivos y que, la sensación del ciudadano es que la cosa no es que vaya mal, es que va a ir a peor. Si esto no es un dato objetivo ya me contarán Uds. Un ciudadano que no confía en el mañana es un ciudadano que no gasta, una empresa que no invierte o enfría su ritmo de crecimiento, es, creo yo, el inicio de una desaceleración que, ojalá, no llegue a frenazo de la economía del país. Un dato objetivo es que no nos dijeron la verdad, ni unos ni otros, cuando en el mes en que entró el Euro, el IPC sólo subió 2 décimas la sensación del ciudadano era que no los precios, sino el valor del dinero, había sido mermado en torno al 40%, tal vez más. El tiempo se ha encargado de demostrar que aquella sensación era, en verdad, un dato objetivo.
A los locutores que nos han dado esta lección de economía, yo les diría que tendrían que añadir a su lista de datos objetivos que los tipos de interés y más aun el Euribor, que es el que más nos afecta a los pobres deudores, está subiendo y asfixiando lentamente a quienes tenemos esa sensación de que la cosa no va bien y que vemos como nuestra sensación pasa a dato objetivo al ver la subida del índice de morosidad que estamos, entre todos, ayudando a levantar... y eso es malo.
Y les diría algo más: Hace un par de años yo tuve un profesor de golf. Desde hace una semana tengo otro. Hace dos años tenía handicap 36, hoy tengo 16. ¿Es un dato objetivo que con este profesor he mejorado 20 puntos? ¿De verdad hay alguien que se crea esta estupidez? Desde luego, algo tendrá que ver la base que me dio el primer profesor, ¿no les parece?