El vial de la Losilla se llamará Avenida del Príncipe Don Juan Manuel

En la tarde del martes 10 de abril, “tercer día de Pascua”, se inauguró la primera fase de esta emblemática obra cuyo fin es conectar las zonas este y oeste de Villena –entre La Losilla, Las Cruces y la carretera de Cañada– con el centro de la población y descongestionar de tráfico circulatorio el casco urbano. Más de 1.000 personas se acercaron hasta el nuevo vial para conocerlo de cerca y dar cuenta de las 1.500 monas que la empresa constructora de la obra, Saico, repartió entre los presentes. Un grupo de percusión y unos fuegos artificiales amenizaron el acto, que se prolongó por espacio de una hora. El vial se ha abierto al tráfico rodado en la mañana del miércoles.
La alcaldesa de Villena, Vicenta Tortosa, fue la encargada de cortar la cinta inaugural en el acceso al vial desde la rotonda de la Losilla. Seguidamente, la comitiva –en la que había representantes del equipo de gobierno tripartito y de la oposición– recorrió parte del vial acompañada por el grupo “Ba-tukem” y por un público que se fue haciendo más numeroso conforme se ascendía hacia el Castillo de la Atalaya. Ya en el aparcamiento para autobuses que se ha construido la alcaldesa pronunció un discurso en el que aseguró que esta obra podía ser “la actuación más importante en infraestructuras que hasta ahora se ha realizado en la ciudad”, que significará “un cambio total en el aspecto del municipio (…) equiparando todas las zonas en calidad de servicios y de vida”.

El vial permitirá poner en valor otra perspectiva del Casco Histórico y de su patrimonio, sobre todo el Castillo de la Atalaya, que podrá ser visitado con más comodidad por los villenenses y los turistas: mejoras de acceso, 36 nuevos aparcamientos para vehículos y 12 para autobuses, un nuevo mirador…Asimismo, conectará los pozos y depósitos de agua potable municipales de la ciudad, decía. Por último, la primera edil daba las gracias a los vecinos de la zona por su paciencia, a la empresa constructora, al redactor del proyecto, Ramón Matarredona, al artista Pedro Marco (decorador de los “cubos-monumento” y las cuevas), a la oficina provincial de carreteras del Ministerio de Fomento, al Ministerio de Administraciones Públicas y la Diputación de Alicante, la escuadra de Tuareg (en cuyo local se confeccionó el trencadís) y especialmente al ingeniero municipal, Santiago Pérez “por su entusiasmo” y a la responsable de la Oficina del Casco Histórico, Leonor Serrano.

José Ayelo, concejal de Urbanismo, recordaba que el proyecto del vial –que comenzó a construirse en 2003– consta de dos partes: la primera, que conecta la rotonda de la Losilla con Las Cruces; la segunda, desde Las Cruces hasta la carretera de Cañada. Sin contar con la adquisición de una veintena de casas cuyo derribo ha sido necesario para crear el vial, el importe total de esta primera fase de la obra asciende a 1.800.000 euros, de los cuales 360.000 euros han sido aportados por la Diputación de Alicante y el Ministerio de Administraciones Públicas; el resto ha sido costeado por el Ayuntamiento de Villena.

Una vez acabada esta primera fase, se está diseñando la conexión entre la calle La Cruz y el colegio Joaquín María López a través de la calle San Juan, en lugar de pasar por encima del depósito de Las Cruces II, explicaba Ayelo, insistiendo en que el vial “no es para correr, sino para quitar densidad al tráfico”. Pero lo más inmediato será la conexión peatonal desde el aparcamiento de autobuses hasta el Castillo de la Atalaya, para facilitar el acceso a los visitantes. El edil incidía en que son unas obras de un coste muy elevado para las arcas municipales, a pesar de las subvenciones recibidas. En este sentido aseguraba que el importe total del vial completo está estimado en 6.000.000 euros.

Por parte de los partidos políticos en la oposición acudieron varios concejales del Partido Popular, aunque no pudo verse a ninguno de Iniciativa Independiente. Celia Lledó, candidata a la alcaldía por el PP declaró que el nuevo vial era “una obra fantástica”, pero que “no había que agradecérsela al actual equipo de gobierno, ni siquiera al Partido Popular que la inició, sino que es una obra de todos los villeneros, que ahora deben disfrutarla”. La edil manifestó su deseo de que el vial de La Losilla sea un trampolín para que empiece a entrar turismo a Villena. No obstante, echó en cara al equipo de gobierno que no hubiera solicitado otra subvención a la Diputación de Alicante para conectar el vial con la carretera de Cañada y la autovía de Madrid.

Finalmente el redactor del proyecto y el ingeniero municipal destacaban que el vial de la Losilla se había creado con la intención clara de liberar del tráfico calles tan céntricas como la avenida de la Constitución. También servirá para acabar con la marginalidad existente en el barrio, abriendo más el Casco Histórico. Entre los cambios realizados sobre el proyecto inicial Ramón Matarredona resaltaba el gran esfuerzo que se ha efectuado para integrar el vial en el paisaje, con gran cantidad de zonas ajardinadas. Santiago Pérez coincidía con él en que la ejecución de la obra había sido muy complicada en su ejecución por la existencia de grandes áreas de roca y los problemas surgidos con las viviendas más antiguas. Y es que se han extraído 50.000 m3 de roca de la montaña que rodea al vial.