¿En búsqueda de una nueva oficina y sin saber qué hacer?
Estás buscando una oficina nueva pero no te decides entre comprar, renovar, construir o alquilar. No te preocupes, SKEPP te ayuda decidirte
La búsqueda de una nueva oficina puede ser un verdadero quebradero de cabeza si no se analizan todas las situaciones factibles. Las posibilidades que se plantean pasan por elegir entre la compra, la renovación, la construcción o el alquiler, por lo que tomar la decisión correcta depende en gran medida de las circunstancias de cada empresa. A continuación, desde SKEPP, te mostramos una pequeña guía con algunas claves fundamentales para que no metas la pata.
La compra
La necesidad de encontrar locales disponibles para oficinas ha crecido mucho en la última década en ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia. Sin embargo, el mercado no lo pone precisamente fácil a la hora de dar con ellos, ya que resulta complejo combinar este tipo de demanda con el precio y una buena ubicación.
Realizar una inversión así para tu negocio lleva consigo algunas ventajas incuestionables, como pueden ser el hecho de ganar en libertad o poder sacarle un rendimiento económico en el futuro. Ahora bien, de igual modo se dan algunos inconvenientes que también conviene tener en cuenta. El desembolso de dinero es el principal problema cuando se trata de adquirir una propiedad, puesto que la inversión inicial suele rondar el 30% del importe total. Y esto es algo que no está al alcance de cualquiera.
Además, conviene no perder de vista el riesgo añadido de la incertidumbre, puesto que en cuestiones inmobiliarias nada te garantiza que tu oficina no pierda valor con el paso del tiempo. Establecer un análisis realista que comprenda necesidades y rentabilidad es clave antes de decantarse por la compra.
La renovación
Los motivos que expliquen la apuesta por la renovación de una oficina suelen ser muy variados, pero para aproximarse a una decisión así es necesario establecer el siguiente punto de partida: ¿el cambio va a llevar consigo un crecimiento empresarial dentro del inmueble donde se sitúa el negocio? Si la respuesta es sí, llega el turno de valorar si se necesitan sólo unos cambios mínimos o, por el contrario, si es preciso materializar una renovación de carácter integral.
Los gastos asociados a una decisión como esta pueden dispararse cuando la idea pasa por invertir en una reforma de grandes de grandes o numerosos cambios. En este sentido, conviene prestar atención a las cifras económicas que pueden desembolsarse en función de la rentabilidad que se espera obtener. En cualquier caso, el mejor comienzo es sin duda el de diseñar uno mismo la renovación.
La construcción
Visualízate en el momento de afrontar la construcción de un nuevo local para una oficina. La gran inversión que se esconde detrás de una tarea así alcanza en ocasiones números estratosféricos, pero a cambio se suceden otras bondades caracterizadas por el ahorro que conllevan. De esta forma, construir una oficina es sinónimo de reducir gastos fijos (mantenimiento, energía, etcétera), una constante que al cabo del tiempo repercutirá positivamente en el negocio.
El otro gran beneficio asociado a la construcción es que la personalización del espacio es siempre absoluta, ya sea a nivel de distribución, diseño o mobiliario.
El alquiler
Por último, surge la tentativa del alquiler, que es posiblemente la opción más interesante de todas. En este caso, no sólo se consigue una mayor libertad de movimientos, ya que no existe la presión de mantener la propiedad de una oficina, sino que además el inquilino disfruta de múltiples servicios que ya estaban incorporados (mobiliario, internet, accesibilidad, etcétera).
Asimismo, decantarse por esta por esta opción, como puede ser el alquiler oficinas valencia, es también hacerlo por el ahorro, ya que por norma general los gastos de una práctica así son menores que los que se producen mediante una compra.