Con la cremá de la falla de Els nous 33 en la medianoche del domingo 1 de julio y la posterior verbena popular, la pedanía villenense ha dicho adiós a las Fallas 2007 que han venido celebrando durante la pasada semana en honor a su patrón, San Juan Bautista. Un año más, la alta participación y la diversión han sido la nota predominante en las celebraciones, que consiguen multiplicar el número de habitantes de La Encina en estas fechas gracias a la hospitalidad con que reciben a los visitantes.
Desde la inauguración oficial de las fiestas, que tuvo lugar el jueves 28 de junio, el goteo de visitantes había sido continuo, pero fue durante el fin de semana cuando se hizo más constante. Y es que, el hecho de que siempre se hagan coincidir las Fallas con el fin de semana es garantía de una gran afluencia de público, como quedó demostrado en las verbenas que tanto el viernes como el sábado amenizaron la noche en La Encina. Incluso la verbena del domingo por la noche, a pesar de que al día siguiente era laboral, contó con decenas de asistentes a los que todavía les quedaban fuerzas para seguir bailando.
Pero tampoco el resto de actos programados se quedó corto en cuanto a público y participantes. Seguramente fue la cabalgata de disfraces, que tuvo lugar el sábado 30, uno de los actos que más expectación generó y en el que más personas concurrieron. Esta retreta es uno de los desfiles más esperados por los encinenses, que año tras año sorprenden a los visitantes con sus divertidos atuendos y el gran jolgorio con que acompañan a la charanga a lo largo del recorrido. Otro de los actos destacados, aunque éste de carácter más serio, fue la ofrenda floral al patrón, San Juan Bautista, en la que las reinas y sus cortes de honor lucen sus trajes típicos y también vecinos y vecinas, muchas de negro y con mantilla, llevan al santo sus ramos.
Después de la ofrenda, llegó el momento de la procesión, que fue, sin duda, el acto más solemne de estas animadas fiestas y en el que quedó patente la devoción de los encinenses por su santo patrón, al que pasearon por todas las calles de la pedanía. En ella participaron tanto representantes del nuevo equipo de gobierno los ediles de Industria, Jesús Martínez, Agricultura, Virtudes Amorós, Obras, Juan Fco. Richart, y Bienestar Social, Juan Carlos Pedrosa, como de la oposición Vicenta Tortosa, José Ayelo, Eva Tomás, Carlos Beltrán . Tan sólo se echó en falta a la alcaldesa de Villena, Celia Lledó, que aunque sí estuvo presente el viernes 29 en el concierto que ofreció la Banda Municipal de Villena, no pudo asistir a la procesión. Al finalizar el desfile, durante el que rindió homenaje a San Juan con unos vistosos fuegos artificiales, la imagen del santo regresó a la iglesia, donde se lanzó una traca de colores.
Poco antes de la medianoche del domingo, ya en la explanada donde se instala anualmente la falla y que estaba abarrotada de vecinos y visitantes, se disparó la última mascletá de las fiestas. Como anécdota quedó, afortunadamente, la chispa que saltó en ese momento al monumento fallero y que por poco lo hace arder antes de tiempo. Finalmente, pasadas las 12 de la noche, la falla fue prendida y ardió poco a poco bajo la atenta y emocionada mirada de los festeros allí congregados, que veían como el esfuerzo de tantos meses se extinguía en pocos minutos y con él las críticas y las humorísticas viñetas que la decoraban y que, en esta ocasión, se centraban más en la sequía y el uso especulativo del agua y los recursos naturales, dejando más de lado las alusiones a los políticos. En este sentido, llamó la atención una viñeta reservada para el nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento de Villena, al que habían decidido no darle leña todavía, al llevar sólo un mes gobernando; por aquello de los 100 días de gracia.
