Gatsbys
Abandonad toda esperanza, salmo 369º
Nada, que no hay manera de poder ver El gran Gatsby, y no ya solo por lo que les comenté del precio de la entrada: otros compromisos profesionales no me han dejado ni un rato libre como para poder revisar la adaptación que protagonizaron Robert Redford y Mia Farrow, que vi siendo niño y de la que, como supondrán, no recuerdo prácticamente nada. Lo que sí pude hacer, antes de entrar en la vorágine que supone la corrección de exámenes de fin de curso, es zanjar otra de esas deudas pendientes que uno carga a sus espaldas: leer de una vez por todas la novela de Francis Scott Fitzgerald. Ahora bien, no tuve fácil elegir la edición, porque con esto de que la obra está libre de derechos un gran número de editoriales españolas la han incluido en sus respectivos catálogos: ahora mismo me acuerdo de las diferentes cubiertas de Alfaguara, Alianza, Anagrama, RBA o Mondadori en su sello DeBolsillo, y seguro que hay unas cuantas más.
Estuve a punto de elegir la de Anagrama, porque me consta que la traducción de Justo Navarro será una garantía, pero al final opté por la de Alianza, que ha incluido la novela en su colección "Biblioteca de traductores", donde clásicos literarios de todos los tiempos son de nuevo vertidos a nuestro idioma por traductores de prestigio. En esta ocasión es el novelista, poeta y, claro, traductor Ramón Buenaventura quien se ha encargado de trasladar la prosa de Scott Fitzgerald a la lengua de Cervantes, y quien avisa de que aunque la traducción es suya no ocurre así con el título elegido, que es el tradicional, mientras que él hubiese preferido el más ajustado de Gatsby el Magnífico. Pues la verdad es que no lo había pensado nunca, pero no le falta razón... En cuanto a la novela, recomendarla a estas alturas parece una molesta obviedad, pero por si acaso, conste en acta que no deberían dejar de leerla, en esta o en otra traducción autorizada. Y si tienen la suerte de poder disfrutarla leyéndola en inglés, tanto mejor.
Si después de terminar su lectura todavía se han quedado con ganas de más, no dejen pasar una propuesta tan interesante como la de la editorial Rey Lear (que, por supuesto, también tiene El gran Gatsby en su catálogo): en Tres historias en torno a Gatsby se recogen tres de los relatos en los que, previamente a la publicación de su obra maestra en 1925, Scott Fitzgerald ensayó algunos de los temas que luego desarrollaría en el relato de Nick Carraway y su relación con su vecino Jay Gatsby. Se trata de "Sueños de invierno", "Dados, puño americano y guitarra" y "Lo más sensato", aquí traducidos para la ocasión (hoy la cosa va de traductores) por Susana Carral, que junto con el editor Jesús Egido últimamente nos está dando la alegría de que podamos seguir leyendo en España al malogrado James McClure. Pero de este autor, de sus novelas de género negro ambientadas en Sudáfrica y de la ocasión en que tuve la suerte de conocerlo junto a su traductor de por aquel entonces, Ramón García (otro grande de su gremio), mejor les cuento algo otro día, que el espacio se me acaba y todavía me quedan muchos exámenes por corregir. Algunos de los cuales, por cierto, seguro que tendré que traducir porque no estarán escritos en lo que usted y yo llamamos lengua española.
El gran Gatsby y Tres historias en torno a Gatsby están editados por Alianza y Rey Lear respectivamente.