Grasas saturadas y grasas trans, ¿cuáles son las que convienen?

Normalmente se tiende a pensar en las grasas como sustancias que son perjudiciales para el organismo, y que llevan a problemas de sobrepeso. No obstante, existen tipos de grasas diferentes, y algunas de ellas tienen propiedades beneficiosas. De hecho, ha quedado más que evidenciado el protagonismo de estas grasas en un tipo de dieta saludable, al ser fuente de energía, tal como ocurre también con los ácidos grasos esenciales. Pero es muy importante diferenciar entre grasas saturadas y grasas trans.
¿Qué son grasas saturadas y grasas trans?
Las grasas saturadas se suelen conocer como “grasas malas”, y sin embargo, diferentes estudios han puesto de manifiesto que esta creencia es errónea. Analizando cómo actúan estos tipos de grasas sobre personas deportistas o con hábitos saludables, se ha podido comprobar que dichos tipos de grasas no resultan perjudiciales para la salud.

Es por ello que los expertos recomiendan no preocuparse solamente por las grasas saturadas y el colesterol, y en su lugar, tomar alimentos de calidad, dejar de tomar alcohol y el tabaco, reducir el estrés y tener una actividad física regular.
 
La clave: ¿de dónde proceden las grasas saturadas?
Igualmente importante es considerar la fuente de la que proceden estas grasas saturadas. No es igual comer alimentos de animales que se hayan alimentado a su vez de pastos, que de otros que por ejemplo hayan sido sometidos a tratamientos para engordar rápidamente.

De entre aquellas fuentes de alimentos que se toman habitualmente y que poseen grasas saturadas, cabe destacar el pescado azul, el huevo, los lácteos, la grasa de la carne animal y el aceite de coco. Para saber más acerca de las propiedades de este último alimento, se puede acceder a este enlace con info sobre el aceite de coco.

Igualmente conveniente es contar con una guía de ácidos grasos esenciales, ya que estos forman parte de las grasas. Además, gracias a estos ácidos el organismo controla y regula gran cantidad de procesos vitales.
 
¿En qué consisten las grasas trans?
Por su parte, las grasas trans, también conocidas como grasas hidrogenadas, son los aceites grasos pero con una molécula de hidrógeno añadida, la cual logra una grasa más sólida y que los productos sean más duraderos.

Estas grasas son las que elevan el colesterol malo, disminuyen el bueno y además tienen otros efectos altamente perjudiciales para la salud, ya que provocan riesgo de infarto y diabetes por ejemplo. Según algunos estudios, estas grasas pueden aumentar también el riesgo de padecer alzhéimer, cáncer e infertilidad.

Las grasas trans poseen al menos un doble enlace, a diferencia de las grasas saturadas que no contienen ninguna. Este doble enlace se puede configurar como “cis” (mismo lado) o como “trans” (lado opuesto), relacionando la posición de los átomos de hidrógeno en torno al doble enlace. Es en el caso de que dichos átomos se posicionen como “trans”, cuando puede haber problemas.

¿Dónde se pueden encontrar las grasas trans?
Son alimentos con grasas trans la comida rápida, la bollería industrial, los fritos, la comida procesada, la comida rápida y todo tipo de snacks. No obstante, existen grasas trans naturales (que se encuentran en los láctos y animales) y artificiales, siendo estas últimas las que resultan perjudiciales para la salud.