¡Hasta la bandera! Los Marruecos acudieron masivamente a su tradicional cena del 31 de octubre

A buen seguro que a alguno de nuestros lectores esta noticia le habrá cogido un tanto descolocado. No es para menos porque las Fiestas pasaron hace dos meses y estamos a las puertas del invierno. Las fechas, claro está, parecen no cuadrar y sin embargo… cuadran.
La Comparsa “Bando Marroquí” realiza desde los años 40 del siglo pasado una cena interna que nació como cena nocturna de la Directiva. Se habían cerrado las cuentas y los directivos tenían que relajarse. ¿Qué día? Pues uno que al día siguiente fuera fiesta nacional para de esa forma, alargar la noche sin mareos de si al día siguiente se trabajaba o no. Esa es la raíz histórica de la marroquí cena del 31 de octubre.

La cena fue cogiendo volumen y debido a que a los Directivos se le iban sumando socios, pasó a ser una cena donde todos los socios podían pasar la noche en completa vigilia. Y de ahí hasta los años 60 donde se transformó, “Cocinero” de por medio, en una cena para agasajar a las “Señoritas” que habían representado a la comparsa en la incipiente incorporación de la mujer en las Fiestas. Mejor diría reincorporación… Pero aún hay más porque desde la aparición de las Presentaciones de Cargos, donde se despedía a los Cargos salientes y presentaba a los entrantes, pasó a ser lo que en un principio era: una cena nocturna de socios, ahora “de gala”. Desde 2006 y ya con Victoria en la Presidencia, ésta volvió a reintroducir una medida que ha resultado ser todo un éxito: además de cena, se despide a los Cargos salientes para que no coincidan entrantes y salientes, en la Presentación de los entrantes en verano… “Un sitio para cada cosa, y cada cosa en su sitio”. La lógica, maestra de todo arte que se precie, elevada a los altares.

Pues bien, decía que los cubiertos fueron 192, lo que la convierte en nuestra cena del 31 más multitudinaria de todos los tiempos. “Catering Ya” volvió a brillar y lo del chocolate blanco fundido en un cuenco “Al uso del siglo XIX”, de receta divina.

Acto seguido se procedió a entregar a todos los socios premiados en fiestas sus correspondientes reconocimientos. Y además, a Mateo Marco Amorós y Pedro Ruescas Milán, también les fue entregado un cuadro en reconocimiento a la labor realizada por el Bando Marroquí estos últimos años. De igual forma fueron muy numerosos los regalos intercambiados entre unos y otros: Cargos, amigos, familiares, compañeros… ¡Qué diantre si la noche es para eso!

Para finalizar el acto y como manda el protocolo, Victoria Hernández Abellán, Presidenta de la Comparsa “Bando Marroquí”, realizó un recorrido al trienio de su Presidencia y recordó en un emotivo reconocimiento a las docenas de personas con nombres y apellidos que a lo largo de estos tres últimos años, han trabajado por y para la comparsa del Bando Marroquí… sin pedir nada a cambio.

La noche avanzaba y ante la nutrida concurrencia, la “Orquesta Valdemar” tuvo que prolongar “un tanto” la noche hasta que, abiertas las puertas, los tenues rayos de sol se abrían paso en la oscuridad, haciendo acto de presencia. Por un momento recordé lo muchas veces escuchado sobre aquellas benditas madrugadas de la “Discoteca Marruecos”.

José Vicente Arnedo Lázaro
El Cronista y Museo “Bando Marroquí”