Cartas al Director

¿Hipocresía?

A título personal, y no como Vicepresidente de la Junta de la Virgen, me veo obligado a contestar a aquellos detractores, que aún no han asumido el cambio de la Romería, y pretenden ridiculizar con mentiras y falsedades la Romería del día 9, comparándola con la de la traída. Evidentemente, el numero de romeros el 9 de septiembre es muy inferior, pero de ahí a decir que es un fracaso, que no había portadores para el relevo en las andas…Es una gran mentira. Si en la romería del pasado día 27 de agosto participaron entre 20 y 25 mil romeros, en la del día 9 de septiembre los cálculos se aproximan a los 5 mil romeros; por ello considero una falta de respeto hacia estos, el calificarla de fracaso o poco participativa. Recordemos que los romeros que acompañaban a Nuestra Patrona en la antigua Romería en la tarde del día 5 oscilaban entre los 5.000 y los 7.000.
Hipocresía, es decir o atribuir el cambio de Romería al solo hecho de dar más facilidades al festero, al no tener que enfrentarse al dilema Romería o Entrada. Pues no señores, no; el cambio de la Romería es fruto de una decisión unilateral, repito unilateral, de la Junta de la Virgen, con el único fin de afrontar una situación inaguantable: el tener que esperar varias horas a que termine la Entrada y poder dar tiempo a todos los protocolos para el recibimiento, mientras Ntra. Patrona tenía esperar, o bien a la entrada del pueblo, o bien en la parroquia de la Paz. Pero parece ser que el que sea la Anfitriona y motivo de nuestras Fiestas la que tarde más 5 horas desde que hace su entrada en Villena hasta que queda entronizada en su trono no es hipocresía. O quizás hipocresía sea el haber trasladado la fecha de la Romería a un día en el que, al ser domingo tarde, es mayor el numero de romeros –tanto de Villena como foráneos– los que pueden participar en ella. No hay que olvidar que cada año va a más el numero de vecinos de poblaciones limítrofes (tanto de la Comunidad Valenciana, como de Castilla la Mancha y Murcia) que nos honran con su presencia y participación, pero parece ser que en este pueblo la hipocresía es el solucionar problemas, en vez de cerrar los ojos y negarse a verlos o reconocerlos.

Por otro lado, considero que está fuera de lugar insinuar posibles cambios de fecha de la Romería del día 9 de septiembre y, es más, considero que la verdadera hipocresía está en aquellos que dan por muerta una Romería que va en auge y que sólo es criticada por los que ni van ni participan de ella. O acaso HIPOCRESÍA, sea el no querer ver o afrontar la realidad, que no es otra que nuestras queridas fiestas, o sea, las FIESTAS MAYORES DE VILLENA, están perdiendo su verdadera identidad. Y es que si son Fiestas Mayores, se entiende que son las fiestas de todos y todas, y que se celebran en HONOR DE NTRA PATRONA LA VIRGEN DE LAS VIRTUDES. Pero, lamentablemente, parece que son fiestas únicas y exclusivas de los festeros, al no tener cabida en ellas el resto de colectivos y asociaciones, tanto de vecinos como culturales o con fines sociales que, muy gustosos participarían en los actos de Ntra. Patrona o querrían tener, durante esos cinco días, al menos un acto para poderla honrar y venerar. ¿Por qué si las fiestas son en Honor de la Virgen estos colectivos no pueden participar, por ejemplo, en el acto de la ofrenda? Acto en el que, por cierto, sólo participan entre el 8 y 10 por ciento de los festeros y que antaño era el más esperado y querido y del que todos los villeneros nos sentíamos orgullosos.

Entiendo que los días de fiesta están repletos de actos, tanto para el que viste traje festero como para el mirón –como decimos en Villena (la comparsa más numerosa, relegada solo a mirar)–. Por ello, el cambio de Romería nos brinda un amplio abanico para poder venerar y dar culto a la Virgen sin el protocolo festero. Y desde aquí invito a estos colectivos, porque seria muy bonito que cada noche o cada día de la novena, esté dedicado a una Asociación de Vecinos, por ejemplo, o que, una vez terminada la novena, todos aquellos poetas y escritores que lo deseen, puedan ofrecerle sus poesías a la Virgen, e incluso si alguno tuviese reparo en hacerlo en público, que hubiese un rapsoda para hacerlo en su nombre. Un dato más, el colectivo de cabos, en su noche, después de la cena y antes de dirigirse al pabellón a celebrar su gala, entran a venerar a la Virgen haciéndole entrega de un ramo de flores, acto que tan sólo en tres años se ha consolidado.

Pepe Galbis

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