Internauta convencida
Posiblemente, y digo posiblemente, porque para gustos los colores, de todos los actos organizados en Villena con motivo de los Cursos de Verano de la SUV, la conferencia que Enrique Dans ofreció en días pasados sea de lo mejor que hemos visto. Bajo el título de Nuevas Tecnologías y Sociedad Participativa, este profesor de Sistemas de Información, con la soltura que concede llevar muchas horas de charla pública a sus espaldas y la seguridad del saber lo que se tiene entre manos, me conquistó. Les diré que gracias al mundo laboral en el que me muevo el argot que Dans utilizó durante su intervención me era totalmente familiar.
Términos como Google (el buscador más utilizado de la red), Wiquipedia (nombre que define a una enciclopedia que colgada en la red posibilita que cualquier internauta introduzca en ella términos, palabras o conceptos y a su vez pueda desarrollar o alimentar los que ya existen), IP, Gigas, Megas o Ancho de banda, no me eran extraños, pero he de reconocer que parte del aforo allí presente tenía, lamentablemente, esa cara de póker del ¿en qué idioma habla?.
Y digo lamentablemente porque Internet, con sus infinitas posibilidades, es el presente y el futuro de la comunicación, todo o casi todo está en la red, puedes ver el hotel donde pasarás tus vacaciones, la guía de carreteras, hacer gestiones con tu bancos, sacar entradas para el cine, el teatro, conciertos, consultar diccionarios y enciclopedias, ver cotilleos, ir de tiendas, bazares, participar en subastas, etc., etc., etc. (referidos estos últimos a bajarse música, pelis y todo lo susceptible de ser bajado) y, por supuesto, ver sexo del bueno, y también del peor de todos. Es el mundo real a tu alcance, sin salir de casa, con el sencillo gesto de unos cuantos clic con tu ratón.
Pero al margen de tener un mundo intangible a tus pies, y al hilo de la sociedad participativa de la que hablaba Enrique Dans, lo que hace de Internet, a mi juicio, una herramienta social tan importante, es la posibilidad de comunicación al instante que lleva parejo. Ya no se pagan conferencias telefónicas a precios astronómicos por hablar con familiares o amigos que trabajan o estudian fuera de sus ciudades o países. Ya no marca el dinero y su disponibilidad la frecuencia de comunicación con los que más quieres. En la actualidad y gracias a la red, con una moneda se pueden mantener largas conversaciones a través de Messenger o dialogar mediante la telefonía IP (desde el PC), por 1ctm/minuto con los que no están, y el hecho de que el dinero no limite a una madre que quiere saber de su hijo o viceversa, a esposas y esposos, a amigos y amantes, es sin duda una porción de tierra, ganada desde la tecnología, al mar de las diferencias que el poderoso caballero dibuja.
Y no sólo reduce diferencias económicas. En estos momentos las pautas en la red son los blogs. Pequeñas parcelas Web, personales o monotemáticas, que desde este infinito espacio medido en Megas inundan cada día más nuestras vidas y que representan exactamente lo que el profesor Dans decía en su titulo, Sociedad participativa, pues todos y cada uno de nosotros podemos alzar la voz, algo que siempre hemos podido hacer, pero ahora con la certeza que no será una voz queda, sino que es una voz viva, leída y compartida con miles de personas que te escuchan (leen), lo cual propicia que tu lucha, tu alegría o tu mala leche no caiga al precipicio del vacío y la ignorancia como hasta ahora sucedía con causas injustas que desde abajo morían acalladas por poderes superiores, dinero necesitado o chantajes emocionales de telenovela.