Sociedad

José Navarro Ferrero… descansa en paz

El jueves día 20 de marzo, en su casa de la Calle Empedrada, fallecía Pepe Navarro a la edad de 74 años. Figura clave en la representación y difusión del Tratado de Almizra, ejerció la docencia como Catedrático de dibujo en el Instituto de Bachillerato “Hermanos Amorós” de Villena.
“El color de esta pintura es espléndido, pero el dibujo falla; Rafa, cuando pintes unas manos debes pensar cómo es su estructura interna, como se constituyen anatómicamente. Si entiendes esto sabrás cómo representarlas plásticamente”. Detrás de aquellos comentarios, encontré a un magnífico dibujante: Pepe Navarro.

Nacido en Benejama en el año 1933, se formó en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos, Valencia, donde conoció a Alfonso Roig. Fue miembro fundador de los grupos artísticos “Neos” y “Rotgle Obert”, y componente del “Movimiento Artístico del Mediterráneo”. Figura inscrito en “La Gran Enciclopedia de la Región Valenciana”. Su obra está repartida por colecciones privadas y públicas de la Comunidad Valenciana. Ha sido una figura clave en la representación y difusión del Tratado de Almizra, y ejerció la docencia como Catedrático de dibujo en el Instituto de Bachillerato “Hermanos Amorós” de Villena.

Cuando lo necesité, Ana María y Pepe no dudaron en prestarme un gran espacio en su casa de Campo de Mirra (Les monges). Más tarde, Pepe, ya jubilado, rehabilitó un estudio bajo el mío, y regresó a la pintura. En poco más de año y medio nos sorprendió a todos con su obra, un reencuentro con una inmensa capacidad para, a través del juego, hallar libertades, una lírica individualidad que le acercaba a antiguas civilizaciones. La línea era el intenso vehículo con el que escapaba, por fin, de la simetría hacia sus sentimientos.

“Si entiendes esto sabrás…”
Hace unas semanas le visité por última vez. Su cuerpo no era el mismo, no articuló palabra alguna. Sus movimientos eran lentos y débiles. Me senté a su lado y cogí su mano: la piel fina, tersa y seca, helada hasta el siguiente pliegue envolvía unas falanges apenas rodeadas de músculos. Percibir su estructura interna me evocó aquellas primeras palabras sobre las reglas de la anatomía, “si entiendes esto sabrás…”.

... Hace un año, frente a la entrada de la Sala de Exposiciones de la Kaku, en primera fila esperaba apoyando su cuerpo en un bastón. Al verle le abracé. Después de la presentación e inaugurada mi exposición, conversamos. Y ahora tengo la certeza de que en aquellos instantes se estaba despidiendo de mí… Descansa en paz, amigo mío.

Rafael Hernández
Marzo, 2008

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