La Berlusconización de la política municipal
Ese tipo de derecha presidencialista, populista y neoliberal-especulativa que estamos viendo en la Italia de Berlusconi, parece hacerse hueco en España, como vemos en muchas administraciones gobernadas por el PP. En Villena, salvando las distancias, corremos el riesgo de caer en ese desagradable estilo político.
Hemos de evitar el defraudante espectáculo del desprestigio de la política. Esta nueva derecha une, a su tradicional conservadurismo y neoliberalismo, dosis de personalismo, ansias especulativas y conversión de lo público en propio "cortijo" de intereses privados. Un modelo impulsado por Berlusconi, controlador de los medios informativos y capaz de escapar de modo impune de la justicia por todas sus actividades corruptas y excesos, mediante diferentes artimañas jurídicas. Capaz de vivir instalado en la doble moral de pretender teñir Italia de nuevos valores sociales y familiares, pero donde sus actitudes antidemocráticas y sus escándalos personales hacen resquebrajar por doquier todos esos planteamientos.
Tristemente, ese estilo de la derecha se va extendiendo hoy día por el arco mediterráneo. Madrid y Valencia, como ejemplo. Liderazgos con tics populistas y autoritarios (Fabra, Camps, Costa, Aguirre, etc.). Políticas para especuladores urbanísticos (ver informe Auken), intereses privados, apropiación indebida de bienes, favores, regalos y tratos de favor como vemos en el caso Gürtel. Una actitud política de "pan y circo", donde la prioridad es cada vez menos la ciudadanía, y sí los grandes eventos mediáticos generadores de poca sostenibilidad económica (C. Ciencias, Fórmula 1, Copa América, etc). Una forma de gobernar que consigue desarticular gran parte de la resistencia política y asociativa, y adormecer a las clases más sencillas, verdaderas víctimas de esas políticas. Mayorías absolutas y encuestas (como la última del CIS), merecedoras de los mejores estudios sociológicos.
Esta realidad tiene parangón en nuestra ciudad con un liderazgo autoritario de nuestra alcaldesa, incluso padecido y reconocido en sus propias filas. Récord histórico de familiares y amigos en cargos de confianza. Caprichos como los 44.000 euros de renovación del despacho de alcaldía. Gabinete de prensa para maquillar los escándalos y la mala gestión del gobierno municipal. Políticas poco sintonizadas con los verdaderos intereses de las personas en tiempos de crisis (récord de 3.763 desempleados). Lejos quedaron las promesas de 2.500 puestos de trabajo para el Centro Comercial El Grec. 15 millones de euros para la prometida plaza de toros, en un momento en que la economía y los servicios públicos "hacen aguas" por todas partes. Mientras tanto, muchas asociaciones y proyectos de la ciudad agonizan. Un modelo político refrendado por las actitudes bochornosas de "amiguismo", complicidad y equidistancia, como hemos visto con un cargo de confianza, ante las presuntas agresiones a un cargo público. Déficits democráticos como vimos en la expulsión de la oposición de la Junta de Gobierno, con la no creencia en el valor de muchos consejos municipales, o en el uso de argucias jurídicas, como vimos en el último pleno, para convertir una moción en un ruego, y así evitar el debate y la votación que evidenciaría la división del gobierno municipal.
Desgraciadamente también están siendo récords en número de recursos interpuestos, en errores procedimentales, y en presuntas irregularidades que investigan diferentes consellerias, parlamento europeo y la justicia. Una actitud de gobernar electoralista y poco coherente, al proclamar en precampaña no al agua del trasvase, no a Primadomus, no al derribo de graderíos de la plaza de toros, no al parking, no a basuras del exterior etc., para hacer exactamente lo contrario sin el más mínimo pudor.
Un gobierno municipal que ha tenido el privilegio de recibir el mayor número de ingresos de fondos públicos de toda la historia de nuestra democracia (Plan E, Plan Revita, Plan de Dinamización Turística, etc.), pero que luego pide en una moción, paradojas del destino, que Zapatero reduzca los impuestos. Jamás en la historia de la democracia local ha sido tan evidente y escandalosa la mala gestión de los recursos, tan llamativa falta de cohesión y guerras fraticidas entre concejales de un mismo gobierno, tanta hipocresía, tal ausencia de horizontes y modelo de ciudad, y lo más preocupante, tanta deslegitimación de la política y de lo público. Esperemos que el mundo asociativo y la ciudadanía salgan de esta anestesia colectiva, y reclamemos para Villena (y para afuera) otra manera de gobernar, lejos de ese modelo Berlusconiano tan destructivo para los intereses de las personas y del entorno en el que vivimos.
Jesús Hernández Francés
Asamblea Verde de Villena