La Guardia Civil desarticula una organización criminal dedicada a la explotación sexual de mujeres
La organización estaba asentada en un piso de Castalla, aunque desplazaba a las mujeres por toda la comarca, Villena incluida
La Guardia Civil ha detenido, por el momento, a 6 miembros de una organización criminal, a la que se le imputa los presuntos delitos de explotación sexual, contra la salud pública (tráfico de drogas), de blanqueo de capitales, contra los derechos de los trabajadores y el de organización criminal. Sus dos principales cabecillas ya han ingresado en prisión provisional.
A finales de agosto del pasado año 2019, agentes del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Villena tuvieron conocimiento de la existencia de un piso, ubicado en la localidad de Castalla en el que, posiblemente, se estaría llevando a cabo la prostitución de diversas mujeres. Tras el inicio de las primeras gestiones de averiguación, los agentes pudieron conocer que dicho piso era “regentado” por un ciudadano italiano, a quien le constaban antecedentes similares a los ahora investigados, ya que fue detenido en 2006 por el mismo tipo de delito.
Gracias a la investigación, los agentes han podido demostrar su enriquecimiento económico, mediante la explotación sexual de mujeres, siendo su modus operandi el siguiente: Las víctimas, que eran captadas a través de una amplia red de anuncios publicados en webs especializadas en servicios de prostitución, provenían, en su mayoría, de terceros países, como Paraguay, Venezuela, República Dominicana, Colombia, México, Rumanía, Bulgaria y Rusia, aunque también se tiene constancia de víctimas españolas.
Para conseguir el consentimiento de las mujeres, el cabecilla de la organización indagaba, previamente, sobre los posibles factores más vulnerables de todas ellas, bien podría ser el económico o la falta de arraigo y otras cuestiones de índole personal. Como ejemplo, sólo en 2019 se ha contabilizado un total de 25 mujeres, las que han sido objeto de explotación sexual por parte de la organización, tanto en el mencionado piso de Castalla (ofertado en la extensa red de anuncios web, administrados personalmente por el cabecilla) como en los domicilios particulares de los clientes, a los que algunas de ellas se desplazaban.
Esto era así para asegurarse el máximo rendimiento económico de los servicios sexuales que le reportaban las mujeres, siendo el radio del "servicio sexual a domicilio" bastante amplio, abarcando localidades como Alicante, Sax, Banyeres de Mariola, Villena, Alcoy, Muro de Alcoy, Jijona, Campo de Mirra, Ibi incluso Caudete (Albacete). Para ello, la organización contaba con hasta 3 individuos, que ejercían las funciones de chófer de las mujeres, las 24 horas al día.
Continuando con la investigación, se pudo averiguar la existencia de 2 mujeres, de nacionalidades rumana y cubana, que desempeñaban el papel de "madame". A través de ellas dos, el principal cabecilla efectuaba los controles necesarios sobre el resto de mujeres del piso, en cuanto a distribución, organización, duración y contabilidad de los servicios realizados, así como también daba las órdenes e instrucciones relativas a los servicios solicitados a domicilio.
Un negocio muy lucrativo
Los investigadores de la Guardia Civil han podido conocer, gracias al minucioso análisis y estudio económico de esta persona que, en una de sus cuentas bancarias, había ingresado, en un período de tan sólo 10 meses, la cifra de 20.000 euros, provenientes de la prostitución.
A esto hay que sumar que el jefe de la organización, para obtener más rendimiento si cabe de su negocio sexual y, con ello, mayores beneficios económicos instauró, entre los clientes sexuales, un negocio paralelo, de tráfico de drogas (cocaína).
Para ello, se valió de la colaboración de un septuagenario de la localidad de Ibi, que se encargaba de realizar la distribución (menudeo) a los consumidores habituales quienes, vía telefónica, le solicitaban la droga, las 24 horas del día y desde todas las localidades de la comarca de la Foia de Castalla.
Ya en la última fase de la investigación, el cabecilla decidió abrir un bar, en la localidad de Ibi, en el que poder seguir traficando con cocaína y, además, a través de dicho negocio "legal" poder blanquear el dinero obtenido gracias a sus diversas actividades delictivas.
Con toda esta información, los agentes decidieron realizar la entrada y registro de los 3 lugares relacionados con la organización: el piso de Castalla, el bar de Ibi y otro piso más, en Ibi. En ellos, se ha intervenido un total de 40 gramos de cocaína en roca, 10 gramos de cocaína en dosis, dispuestas para su venta, diverso material para el corte (adulteración) y manipulación de cocaína, 86 viagras masculinas y 12 femeninas, 11 teléfonos móviles y 2890 euros en efectivo (más sus 7 cuentas bancarias bloqueadas, a raíz de la investigación). Además, los agentes han intervenido abundante documentación, que continúa siendo analizada.
Hasta el momento, se ha detenido a un total de 6 personas: 5 hombres, 2 italianos y 3 españoles, de entre 72 y 46 años y 1 mujer, rumana de 31 años. La investigación sigue abierta, por lo que no se descartan nuevas detenciones. A los detenidos se les imputa los delitos de explotación sexual, contra la salud pública (tráfico de drogas), blanqueo de capitales, contra el derecho de los trabajadores y el de organización criminal.