La piscina cubierta costará 4,5 millones de euros y no tendrá spa ni parking

La aprobación del estudio de viabilidad y el anteproyecto para la concesión de la construcción y gestión de la piscina era otro de los puntos que más expectación habían levantado en el pleno de anoche, después de que los ediles “fenollistas” del PP –incluido el edil de Deportes que presentaba la propuesta– se abstuvieran en la Comisión Informativa. Finalmente los populares votaron en bloque a favor, aprobando el proyecto pese a la oposición de Los Verdes y el PSOE, que votaron en contra.
El anteproyecto para la adjudicación de la piscina cubierta municipal se ha abaratado en 2 millones de euros (antes se preveía que costaría 6,5 millones) “para que sea lo más interesante posible a las empresas que quieren optar a su realización”, explicaba el concejal José Tomás Peralta. Por este motivo, la piscina no tendrá ni zona de balneario (SPA) ni aparcamiento, entre otros servicios.

Tras conocer la explicación del edil de Deportes sobre su abstención, los socialistas criticaban que no se les hubiera entregado antes del pleno la modificación de las tarifas por uso de la piscina. Asimismo señalaban que con el nuevo proyecto la piscina deja de ser “el referente provincial” que el PP había prometido y ponían en duda que cubriera las necesidades de los ciudadanos y de los habitantes de poblaciones cercanas.

Cate Hernández, concejala del Grupo Verde, se quejaba de que no se hubiera permitido (ni a la oposición ni a los clubes deportivos) realizar sugerencias al proyecto y afirmaba que “el equipo de gobierno tropieza otra vez en la misma piedra”, pues sigue sin haber un estudio de mercado –que permita conocer las necesidades de los vecinos– previo al estudio de viabilidad. En este sentido criticaba que Peralta justificase la variación del presupuesto en el proyecto basándose en que “es lo que Villena necesita”, así como que presentase la propuesta sin su firma en la Comisión Informativa “y luego se abstiene mientras nos pide que lo votemos a favor”.

Igualmente alertaba de que había contradicciones entre éste y el anterior estudio de viabilidad, habiendo redactado ambos el cargo de confianza contratado por el PP. Y es que, aunque se reducen los puestos de trabajo y los servicios ofrecidos, en parte las tarifas son más caras, gastos de explotación como la factura del gas aumentan (de 33.000 a 46.000 euros); además, el número de abonados se incrementa notablemente – pasa de 641 a 1.103) y, por el contrario, hay menos usuarios de los cursos de natación (de 769 a 490), por lo que se reducen los ingresos (de 635.000 a 135.000 euros).