Los partidos de 'Grand slam' se hacen muy largos. Y ahora ya lo sabe Carlos Alcaraz, que fue de más a menos en la segunda ronda del Open de Australia ante Mikael Ymer en un partido que se alargó tres horas y ocho minutos. Nunca antes había estado tanto tiempo en una pista de tenis compitiendo.
El sueco, de 22 años y con cuatro presencias anteriores en los cuatro grandes escenarios de la raqueta, se agarró a su privilegiado físico para dar la vuelta a un marcador adverso y acabar ganando por 2-6, 6-4, 6-4 y 7-6(5).
Ymer, el 95 de la ATP, se vio sorprendido en el inicio por el descaro de su joven rival. El pupilo de Juan Carlos Ferrero quería seguir haciendo historia y convertirse en el segundo jugador, después de Rafael Nadal, que pasaba dos rondas en un grande desde 2000 siendo menor de edad. El sueco le cerró la puerta a ese sueño y también a la posibilidad de cruzarse con un 'top10' de la talla de Stefanos Tsitsipas.
Carlos progresa adecuadamente. A sus 17 años no se le puede pedir más. Su evolución es la correcta. A la que decante más puntos gratis con el servicio tendrá todas las armas para llegar a lo más alto. Ganó el primer set con suficiencia, pero después le costó mantener sus saques y lo aprovechó su adversario para ser una amenaza constante desde la devolución.
Con tablas en el marcador, Alcaraz tuvo saque para adelantarse por 3-0. Ymer reaccionó, sabedor que estaba delante de un momento psicológico que podía marcar el desenlace del partido. El sueco se hizo fuerte en esa situación y suya fue también la tercera manga. El murciano lo intentó en el cuarto, pero no pudo a pesar de ponerle ganas y actitud.
Alcaraz vuelve a casa con el trabajo hecho, adquiriendo experiencia y escalando hasta su mejor posición en el ranking mundial, y su próxima parada será la previa del Open 250 de Montpellier, sobre pista rápida y a cubierto, cuyo cuadro principal es del 22 al 28 de febrero.