La solidaridad femenina no conoce fronteras

Isabel, Ana, Irina, María, Elisabeth, Nuria, Yanis, Leonor… son los nombres de algunas de las más de 30 mujeres de todos los rincones de España que se están ofreciendo para coser mascarillas sanitarias desde sus casas a través de los comentarios de El Periódico de Villena.

El pasado 16 de marzo nos hacíamos eco de la iniciativa de numerosas aparadoras del Alto y Medio Vinalopó, que están cosiendo en su casa cientos de mascarillas de protección para enviarlas al Hospital de Elda, donde son realmente necesarias para el personal sanitario que está tratando a las personas infectadas por el coronavirus.

La noticia tuvo una gran acogida y fue compartida por muchos lectores y lectoras, lo que en los tiempos de internet supone que pueda llegar a cualquier punto, por insospechado que este sea (vean si no el debate sobre el sistema sanitario senegalés que se ha organizado en una noticia que publicamos ayer). Así, apenas unas horas después, comenzaron a llegar los primeros comentarios.

El argumento de las mujeres que se han ofrecido es el mismo: todas tienen máquina, saben coser y quieren colaborar. Lo sorprendente es ver sus procedencias: Valencia, Guardamar del Segura, Elda, Málaga, Cocentaina, Santpedor, Gavá, Alicante, San Javier, La Línea, El Saler, Villanueva de la Vera, Montserrat, Las Palmas de Gran Canaria, Fresno de la Vega…

Sinceramente, ignoramos cómo se está articulando esta de red ayuda, por lo que lo único que hemos podido decirles a estas mujeres, también desde nuestro foro, es que se pongan en contacto con la asociación Mujer y Salud de Villena, algunas de cuyas integrantes fueron de las primeras voluntarias en poner en sumarse a esta iniciativa.



Tampoco sabemos si, dada la distancia y la necesidad de materiales, estos ofrecimientos van a poder ir más allá o van a quedar “solo” en un bello gesto de solidaridad. En cualquier caso, si alguna persona, asociación o institución tiene la respuesta a esta duda y sabe cómo articular esta colaboración, le invitamos a que nos traslade la información para poder hacérsela llegar a estas mujeres.

Pueda ser finalmente o no, lo que quedará para la posteridad es un gesto desinteresado y solidario ante el que nos quitamos el sombrero. Nuestro más sincero aplauso para todas ellas.