Abandonad toda esperanza

La Verdadera Liga de los Caballeros Extraordinarios

Abandonad toda esperanza, salmo 6º
Sigilosamente, el enemigo consiguió infiltrarse a finales de los 80 y primeros 90: un comando de guionistas ingleses desembarcó en la industria del cómic norteamericano y, casi sin proponérselo, la dinamitaron desde dentro cambiando para siempre el panorama del cómic comercial.

El primero de estos "Caballeros Extraordinarios" fue Alan Moore, que revolucionó el género de superhéroes con Watchmen, el primer cómic que ha entrado en la lista de la revista Time de las 100 mejores novelas en lengua inglesa desde 1923; tras Watchmen nada volvería a ser lo mismo. Sucesor digno de Moore fue el también inglés Neil Gaiman, que antes de dar el salto a la novela nos regaló Sandman, epopeya lírica a la par que terrorífica que unía mito y realidad en un cóctel explosivo que puede leerse una y otra vez sin dejar de descubrir nuevos tesoros.

Pero los que ahora nos ocupan son otros dos ilustres británicos que dan sopas con honda a los pobres incautos que todavía creen que los cómics son para niños. El primero de ellos, Jamie Delano, cogió el testigo de Moore al encargarse de un secundario de La Cosa del Pantano: John Constantine, mago moderno, y un auténtico bastardo en palabras de sus autores. Constantine, hoy popular gracias a la adaptación cinematográfica con Keanu Reeves, es uno de los más memorables personajes surgidos de un cómic en los últimos tiempos. Delano fue el encargado de escribir los primeros números de Hellblazer, la serie protagonizada por Constantine y uno de los títulos clave del horror moderno. Como se dijo en su día, el cómic de Delano demostraba que el terror inglés no había muerto en las calles brumosas del Londres victoriano, sino que seguía arrastrándose por las zonas más deprimentes de la urbe en la era post-tatcherista.

Por otro lado, Grant Morrison, ahora uno de los guionistas estrella del cómic USA, se encargó de revitalizar la carrera de personajes secundarios de la DC, como Animal Man o la Patrulla Condenada. En esta última, y por increíble que parezca, un servidor pudo descubrir a la tierna edad de 12 o 13 años lo que era el movimiento Dadá, mucho antes de que se lo contaran en la Universidad.

¿Y a qué viene todo esto? Pues a que Planeta, en su línea de recuperación de cómics imprescindibles de los últimos tiempos, ha empezado a editar, con la intención de publicarlas íntegramente, la Doom Patrol de Morrison y esa Hellblazer que hará la delicias de los amantes de las emociones fuertes. Ambas series, claro, recomendadas para adultos. Aunque estén llenas de dibujitos, dejen a un lado sus prejuicios y háganse un favor: léanlas. Déjense llevar.

Doom Patrol y Hellblazer son publicadas mensualmente por Planeta de Agostini a partir de noviembre.

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