Las claves ocultas por las que TVE vuelve a darle una oportunidad a Eurovisión Junior
La candidatura española necesita limpiar su imagen tras los repetidos fracasos en la versión adulta del festival
Hace pocos días saltaba la noticia: España volverá a participar en la edición infantil del Festival de Eurovisión. Hacía dieciséis años que nuestro país no enviaba representantes al concurso, y, sin embargo, Radio Televisión Española ha decidido volver a probar suerte, un mes después de nuestro fracaso con Miki (La venda) en la versión adulta. Pero esta noticia no cae del cielo, ya que RTVE llevaba muchas negociaciones detrás. Sin embargo, ¿cuáles son los motivos de que la televisión pública le dé una segunda oportunidad al Festival?
Una de las causas podría ser la necesidad que tiene la candidatura española de limpiar su imagen, ya que, como he mencionado anteriormente, la versión adulta del festival lleva viendo como nuestro país queda en los últimos puestos desde 2015, pese a que un año antes, en 2014, la murciana Ruth Lorenzo nos posicionara en la décima plaza. Esta maniobra podría servir para que nuestro país diera otra imagen de la participación, ya que, las cuatro veces que hemos ido a la versión junior de Eurovision, hemos quedado en segundo, primero, segundo y cuarto puesto, con Sergio García (2003), María Isabel (2004), Antonio José (2005) y Daniel Fernández (2006), respectivamente. Nuestros pódiums podrían servir para que España sea respetada en lo que al festival se refiere.
Por otro lado, es posible que RTVE esté buscando esos picos de audiencia que el concurso le deparó en los cuatro años que participamos. Entre 2003 y 2006, la televisión pública cosechó, de media, casi seis millones de espectadores, que se traduce en un gran éxito para el primer canal de Televisión Española. Pese a que en los últimos años son numerosas las voces que alertan de la caída en picado de los espectadores de Eurovisión Junior, lo cierto es que su última edición, en 2018, fue seguida por casi 70 millones de espectadores en todo el mundo. Desde España, y a través de plataformas de Internet, la siguieron aproximadamente 20.000 personas.
Otro motivo es la oportunidad que RTVE tiene para calmar a los eurofans por la mala gestión que Toñi Prieto (directora de Entretenimiento) viene realizando desde hace muchos años. Bocas que anunciaban la posible estafa de votos en una edición, otras que aseguraban que RTVE no se había molestado en preparar una candidatura por si ganábamos y “nos tocaba hacerlo en España”. Todas estas dudas le vienen ahora, con el viento a favor, a la televisión pública, que podría cogerlas y, de una manera muy acertada, romper con todos esos rumores con su vuelta a Eurovisión Junior. Sería también una oportuna idea para callar a la incesante masa de eurofans que desde hace años reclaman volver a la edición infantil del festival europeo.
Finalmente, a RTVE le serviría, aún más si cabe, para potenciar ante toda Europa la imagen positiva que España transmite a la sociedad y, de paso, mostrar internacionalmente el talento infantil que se gesta en nuestro país. Algún ejemplo de esos talentos innatos, y posibles candidatos que propongo, son Adrián Martínez (que con 14 años ya ha cantado con artistas como India Martínez o Rosario Flores) o Melani García (ganadora de La Voz Kids, que sueña con representarnos en el festival).
Lo más llamativo y evidente en esta nueva incorporación es que TVE no solo busca contentar a los fans del aclamado festival, sino que también es una perfecta estrategia para hacerse con la confianza de inversores europeos y ganarse el respeto de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), que lleva años mirando con lupa a nuestro país.