Barrios

Las fiestas de San José y los cabezudos del barrio del Rabal

La celebración de la fiesta de San José es, posiblemente, la más antigua de la ciudad, con 400 años aproximadamente. Está documentada desde 1622, pero es posible que los artesanos carpinteros, gremio numeroso, la celebrase con anterioridad, y la pista nos la da la fecha del pórtico de la ermita, 1607.
La asociación pro-restauración ermita de San José, es una sociedad nacida en 1998 con la finalidad y firme propósito de rehabilitar un edificio enclavado en pleno corazón del barrio del Rabal y que sin duda representaba un simbolismo dinamizador de un barrio que en aquellos momentos necesitaba nuevas esperanzas para seguir creyendo que tenía futuro. Pero no solo era rehabilitar la ermita, nuestra asociación quería ir más allá, empeñados en recuperar las fiestas y el patrimonio que girasen en torno a la ermita de San José. En el artículo 1º de nuestros estatutos así viene reflejado, la conjugación del presente y el futuro con el pasado.

Tras años de esfuerzos la consolidación del edificio es una realidad, la procesión del santo fue recuperada y también se restauraron la campana de la ermita y el conjunto de campanas de la iglesia de Santa María. Además, se llevó a cabo una delicada restauración de la talla del Santo tras su estancia en la ciudad de Orihuela con motivo de la exposición “La Luz de las Imágenes”. Ahora le tocaba el turno a los populares cabezudos que durante años formaron parte importante de los festejos de “San José”, siendo su participación era importantísima dentro de los festejos organizados para la celebración de patrón de los carpinteros, pepes y pepitas.

La historia de los cabezudos
La historia de los cabezudos es poco conocida y por lo que hemos podido indagar, según la memoria de alguno de nuestros vecinos más mayores y lo poco que hay escrito sobre este asunto, es de suponer que su antigüedad se pierda en las décadas finales del siglo XIX, a pesar de que la antigüedad de las fiestas de san José es, como hemos citado al principio de este artículo, mucho mayor.

Muchos todavía recordarán los cabezudos que acompañaban las fiestas de San José en la mayoría de sus actos. Al finalizar la Guerra Civil el barrio retomó la celebración de la fiesta del Santo, y hubo algunos años que se plantaron fallas, pero posiblemente debido a lo costoso de los monumentos, estas fallas dejaron de plantarse.

Evidentemente se establecieron lazos de amistad con los artesanos que las realizaban, tal es así que a finales de la década de los años 40 del pasado siglo, la asociación de San José empezó a alquilar en Alicante algunos cabezudos, que terminó comprando para realzar las fiestas del barrio. Por aquella época se representó en el Teatro Chapí la zarzuela “Gigantes y Cabezudos” del maestro Chapí, y nos cuentan que los cabezudos participantes también fueron adquiridos por la asociación, consolidándose así un grupo de cabezudos.

En la década de los años 70 los días previos a la fiesta de “San José” los niños y jóvenes del barrio batallábamos por conseguir una cabeza para llevar. Las más codiciadas eran los Bambis y los conejos, y como mal menor la del pato, y todos rehuían la del moro y la mora, el hombre y la mujer, que eran muy voluminosos y pesados. Era todo un honor poder llevar la cabeza durante los días de la fiesta del Santo. La diana, la visita al Asilo, el pasacalles del mediodía y, cómo no, la paga que al acabar el día recibíamos con tanta satisfacción.

Debido al lamentable estado en el que se encontraban, en los años 80 fueron sustituidas por unas cabezas nuevas, personajes de dibujos animados, Mickey Mouse, cerditos y enanitos, hasta que finalmente y al mismo tiempo que el barrio languidecía, desaparecieron.

En agosto de 2012 comenzó la aventura de los nuevos cabezudos, a los que se les ha unido una pareja de gigantes. Tras los consejos de nuestro apreciado D. Francés Llop, nos pusimos en contacto con Enric Ginestar, un joven maestro fallero de Denia en el que depositamos toda nuestra confianza para la realización de los personajes, que junto a Laura Hernández, directora del museo arqueológico José María Soler, habíamos decidido que formarían parte de esta nueva familia, basada en las tres culturas, judía, árabe y cristiana, a la que se añadía el pueblo, representado en el campesino, la ermita de San José, con su fraile, y la tradición representado por el añorado Orejón, fijando su nacimiento para marzo de 2013. El pasado año 2017 fue incorporado la campesina, amadrinada por Paqui Gandía.

El Salicornio
Con motivo de la búsqueda de padrinos y madrinas para los gigantes y cabezudos, propuse la idea de hacer reuniones periódicas para hablar de historia y patrimonio de Villena, idea que fue muy bien acogida. Recuerdo el gran entusiasmo de Julio Guillén entre otros. Pedro Marco propuso la bodega El Caracol para la celebración de la reunión así como el logo y el nombre. Finalmente, el martes 8 de octubre de 2013, con la asistencia de 17 componentes, se marcó la hoja de ruta y asistíamos al nacimiento del “Foro Cultural El Salicornio”, pero esa es otra historia que a buen seguro dará para un nuevo artículo.

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