Leyenda e innovación se combinan en las tragaperras online
Desde los inicios del diseño industrial, en el que se mezclan la estética con la utilidad, el ser humano ha integrado belleza a la máquina
Estamos rodeados de innovaciones, la era digital ha brindado la oportunidad de llevar la creatividad a su máximo nivel. En el ámbito de los juegos online, las tragaperras nuevas son una novedad con el sello de una trayectoria que data de hace más de cien años.
Al estar frente a una tragaperras, quizás no nos damos cuenta de todos los cambios, diseños e inversión tecnológica que contiene. Ese juego de luces colores sonidos y entretenimiento que es tan popular para la humanidad, tiene una tradición llena de inventiva.
Desde el hogar hasta la industria, pasando por el entretenimiento, la educación, el deporte, la salud y la vida cotidiana, se producen avances que son producto de proyectos innovadores. La era digital ha cambiado todo. Grandes transformaciones se van generando, en casi todas las áreas una novedad propicia inmediatamente un nuevo modelo que supera al anterior y así continuamente.
Desde los inicios del diseño industrial, en el que se mezclan la estética con la utilidad, el ser humano ha integrado belleza a la máquina. Logros que iban más allá de las fábricas, como las tragamonedas, han sido de enorme relevancia para nuestra civilización. Su gran popularidad y las enormes ganancias que producen, han originado infinidad de innovaciones a lo largo de este tiempo. Pero su máximo desarrollo ha sido a partir de los últimos 20 años con la alternativa online.
Una máquina que tragaba monedas
Cuando jugamos slots, pocas veces observamos la historia tecnológica que tenemos frente a nosotros. Este artilugio de entretenimiento, que conserva parte del nombre con el que fue bautizado hace más de un siglo, ha traspasado décadas de evolución y sigue acoplándose a los cambios tecnológicos.
Originalmente su nombre, aunque bastante engorroso, era muy descriptivo, se llamaba “máquina tragamonedas de níquel”. También la llamaban el bandido de un solo brazo, haciendo mención a la palanca con la cual se activaba el mecanismo y a la dificultad de ganarle.
Aunque la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) le llama máquinas de azar, hoy en día se les llama slots, tragamonedas o tragaperras. En España le llamamos tragaperras, nombre que está profusamente extendido. Esta denominación proviene del nombre que se utilizaba en el pasado, para las monedas perra chica y perra gorda. Por supuesto el término tragar que le antecede, alude al hecho de introducir la moneda dentro de la máquina.
El nombre de tragaperras: de lo despectivo a lo popular
En un inicio, derivado de las prohibiciones contra los juegos de azar que imponían las dictaduras en España, la denominación de tragaperras tenía una connotación despectiva, era una forma de repudiar a este tipo de juego. No obstante, este título se hizo sumamente popular, con la llegada de la democracia y la regulación de los juegos, el nombre se popularizó difundiéndose por los locales donde se jugaba.
Con el pasar del tiempo y como resultado de los avances tecnológicos, la ranura para introducir las monedas se hizo innecesaria. Sin embargo, en nuestra época, con los modelos online que integran tecnología de punta, presentaciones 3D y software de vanguardia, se les llama tragaperras, tragamonedas y/o slots, aunque ya no existan ranuras, ni se usen monedas para activarlas. La tradición en este caso se mantiene. Las transacciones son virtuales, se usan criptomonedas y aún, este famoso juego de azar conserva su nombre, como una forma de recordar sus orígenes.
De los cinco símbolos de la Liberty Bell a cientos de temas
En 1891 Sittman y Pitt crearon una máquina tragamonedas con 5 tambores y 50 símbolos de cartas, cuyo uso costaba 5 centavos. Para activar esta máquina los jugadores insertaban su dinero y tiraban de la palanca. Se ganaba cuando se lograba alinear las manos de póker. El ganador recibía sus premios de parte del encargado de la caja, este consistía en bebidas, cigarros o puros.
Posteriormente, un brillante mecánico automotriz e inmigrante alemán, llamado Charles Fey diseñó la Liberty Bell. Esta nueva máquina, lanzada al público en la ciudad norteamericana de San Francisco en 1899, revolucionó el mundo de las tragamonedas y los juegos de azar. Se convirtió en una atractiva innovación: la propia máquina dispensaba el premio en metálico. Además, asumía una forma original de juego al introducir herraduras y campanas. La tragaperras constaba de tres carretes con cinco figuras, al alinear tres elementos idénticos automáticamente premiaba al ganador, si los símbolos eran campanas el premio era mayor.
Las tragamonedas en la actualidad han desarrollado tal variedad de temas que aquellos cinco símbolos de las Liberty Bell originales, nos parecen demasiado básicos, pero en ellos había innovación. Hoy los grandes cambios se reflejan en los temas, los gráficos y en una gran variedad de formas de jugar que hacen, de las tragamonedas para los mayores de 18 años, una satisfactoria fuente de diversión y entretenimiento.