Cartas al Director

Los animales en las Fiestas del Medievo: mirad a través de sus ojos

Antes de nada queremos hacer mención a la importancia que han obtenido las Fiestas del Medievo en nuestra ciudad y fuera de ella. Valoramos muy positivamente el trabajo realizado por la asociación del Rabal y el esfuerzo que realiza el vecindario de este barrio y la colaboración, cada vez mayor, de la ciudadanía para que esta feria alcance gran relevancia a nivel nacional. A tanto esfuerzo y trabajo solo queremos indicar un pequeño detalle que suele escaparse a los organizadores y a los asistentes y es el papel que juegan los animales en la feria.
Entendemos que los organizadores incluyan animales para dar vistosidad a la feria. Es un recurso fácil y exitoso. Así mismo, nadie niega el papel que tenían los animales en las ferias de la época medieval. Sin embargo, mientras todos los elementos de este evento se basan en una teatralización y representación de la vida social de la época partiendo de un estilo de vida y un dolor figurado, los animales reviven su papel de sometimiento y sufrimiento de forma real.

No negamos el uso de animales en la feria, pero sí su rol. Desde la Plataforma Animalista, preferiríamos asistir a un uso pedagógico de los animales, es decir, que su asistencia sirviese para mostrar su existencia y belleza, su biología, etc. para que a su vez, se les dignifique.

No podemos estar de acuerdo en el uso que se les da a los ponis que hora tras hora pasean por el Rabal, cargados a sus pequeños lomos a niños, en ocasiones a dos, y no tan niños. Que tengan que andar por calles abarrotadas de gente, hasta el extremo de ser imposible el paso, con el peligro que entraña esta situación, tanto para el animal como para los viandantes.

No podemos estar de acuerdo en el uso que se realiza de las ocas y su vistoso paseo, cuando se ignora el miedo que sufren estos animales y el estrés que soportan. No llegamos a entender que se permita que decenas de aves rapaces pasen horas y horas expuestas sin moverse incluso a plenas horas de sol, cuando muchas de ellas son aves nocturnas. No es más que una exposición. Es una exhibición visual que enriquece el escenario que se crea en la feria, ¿pero alguien se pregunta que sienten estos animales?

¿Sirve de algo su sufrimiento? ¿Hay alguna lección que se lleven a su casa los miles de niños y niñas que visitan la feria medieval? ¿Alguien se pregunta en qué condiciones duermen esos animales mientras dura la feria?

La empresa que expone los animales de granja puede que tenga el núcleo zoológico itinerante para animales de granja (por cierto, el mismo que el de un circo), pero esta misma empresa ofrece osos, elefantes, leones, tigres… para exhibiciones y eventos. ¿Es el tipo de empresas no éticas las que hay que potenciar?

Pedimos a toda la ciudadanía que cuando asista a eventos así mire a través de los ojos de estos animales, que valoren sí merece la pena o no su exhibición y sufrimiento. Si realmente engalanan la feria o no, o por el contrario, un trato diferente, una participación más ética y pedagógica engrandecería realmente a esta feria.

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