Fiestas

Los Escorpiones: Matrícula de Honor “Cum Laude” por el engrandecimiento de nuestras fiestas durante 50 años

El viernes pasado, en la sede social de la comparsa de Moros Nuevos, la cincuentenaria escuadra de Escorpiones celebraba su 50º Aniversario participando en las fiestas de moros y cristianos de nuestra ciudad. Poco más se puede contar de estos 14 aguerridos festeros que allá por el año 1959 decidieron participar de un modo diferente en los desfiles de nuestras fiestas patronales. Al acto asistieron la alcaldesa de Villena, Celia Lledó, y el concejal de Fiestas, Francisco Abellán.
Vicente Rodes nos contaba, en los prolegómenos del acto, cómo pocos días antes de las fiestas de 1959 propuso a sus compañeros formar una escuadra y cómo, sin presentar ningún “pero”, le dijeron que adelante. “Los trajes los he diseñado yo –apuntaba Rodes– pero siempre he contado con la inestimable colaboración de Antonio Azorín Juan “Cirilo”, al que mandaba los diseños con la completa seguridad de que se iban a plasmar como el dibujo, ¡y siempre era así!”.

Una vez finalizada la conferencia de Gabino Ponce tomaron la palabra para dirigirse a los invitados –que llenaban el salón de la sede de los Moros Nuevos–, Vicente Rodes, Enrique Domene y Ramón Martínez, que contaron diversas anécdotas y curiosidades de esta singular escuadra. Hay que destacar que, en la actualidad, de aquellos 14 fundadores de “Los Escorpiones” solamente desfila en ella Ramón Martínez. El resto son familiares, hijos y amigos, que continúan aportando esplendor a nuestras fiestas de Moros y Cristianos desfilando en una de las escuadras perpetuadas en la imagen que los visitantes se llevan de estas fiestas.

Conferencia de Gabino Ponce

De la conferencia ofrecida por Gabino Ponce, nuestro colaborador y amigo José Fernando Domene Verdú ha aportado un resumen en el que resalta los aspectos más importantes de la intervención:

“El pasado viernes 21 de agosto, con motivo de la celebración del 50 aniversario de la escuadra de Escorpiones, se celebró en la casa de los Moros Nuevos una interesante conferencia sobre las fiestas de moros y cristianos a cargo del Dr. D. Gabino Ponce Herrero, Catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Alicante. Gabino Ponce es, además, vicepresidente de la comparsa de Turcos de Sax y es festero también de la comparsa de Moros Grocs de Castalla, además de un gran conocedor de las fiestas de moros y cristianos. En su conferencia, hizo un planteamiento novedoso, dándole protagonismo al aspecto lúdico de las fiestas, que él consideraba el más importante de las mismas. El aspecto lúdico está en el origen de todas las fiestas, y hay testimonios de ello en las fiestas romanas, como las Bacanales (en honor a Baco, el dios romano del vino). En las fiestas de moros y cristianos, se ha retomado el protagonismo de ese aspecto lúdico en las últimas décadas, y según él es el que prima en la actualidad.

Anteriormente, se desarrollaron en nuestras fiestas tanto el aspecto militar como el religioso, ya desde la Edad Media. El culto a la Virgen tiene su precedente en el culto a las diosas madres de la prehistoria, como la Venus de Wilendorf por ejemplo, y más recientemente en la diosa Artemisa de Éfeso, que fue sustituida por la Virgen María en el siglo V d. C. y que tenía unas características muy similares a esta última.

El elemento militar se desarrolló en la Edad Media con las abundantes fiestas de moros y cristianos que se celebraron desde las de Lleida en 1150 y las mencionadas en el Poema del Mío Cid hasta la generalización de dichas fiestas en la variante valenciana durante los siglos XIX y XX. Gabino Ponce dio una explicación muy interesante sobre la expansión de las fiestas de moros y cristianos por toda España y por todo el mundo a partir del siglo XVI. Como consecuencia de la Reforma protestante (1517), se celebró el Concilio de Trento (1545-1563) y la consecuencia fue la Contrarreforma católica, que fue defendida por Carlos I y Felipe II, principalmente, y también por sus sucesores. La Contrarreforma consistió en fomentar y potenciar aquellos aspectos del catolicismo que habían sido reformados por Lutero, como es el caso del culto a la Virgen y la parafernalia y los oropeles del ritual religioso, fomentándose desde entonces las fiestas patronales, acompañadas de arcabucería en muchas localidades, las procesiones de Semana Santa y del Corpus y las fiestas de moros y cristianos. La finalidad era el adoctrinamiento de la población para evitar la expansión del protestantismo en España, por una parte, y para convertir al cristianismo a los moriscos que habitaban en nuestro país hasta su expulsión en 1609. Pero las fiestas de moros y cristianos se extendieron por todo el imperio español, con una finalidad también adoctrinadora de los indígenas americanos y filipinos, para convertirlos al cristianismo y convencerlos de que la religión verdadera era la católica, y no la protestante de los ingleses y de muchos franceses, ni la musulmana, que también se había extendido en Filipinas.

Con la aceptación de la religión católica, se aceptaba también a la monarquía hispánica, que era la que defendía la “religión verdadera” y al “dios verdadero”, sirviendo para la consolidación del imperio español y para su aceptación por la poblaciones autóctonas de los territorios del imperio. Las fiestas de moros y cristianos formaban parte, por tanto, de la propaganda política de la monarquía hispánica en todos los territorios de su imperio, y servían de “marketing”, de la misma, según expuso Gabino Ponce.

En las últimas décadas, se ha ido olvidando estos aspectos militares de las fiestas de moros y cristianos, y en muchas localidades, también los religiosos, y el aspecto lúdico ha vuelto a ser recuperado con el máximo protagonismo. Este aspecto lúdico está muy bien representado pro la escuadra de Escorpiones de los Moros Nuevos, que fue la primera en toda la geografía festera en utilizar un traje que no era de negros.

A continuación, tomaron la palabra tres de los fundadores de la escuadra, entre ellos Vicente Rodes Amorós, explicando como fue el origen y la historia de esta escuadra de moros. Finalmente, la escuadra ofreció un vino de honor a los asistentes al acto, que fueron muchos por cierto”.

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