Cartas al Director

Los Marrones

Desde hace algún tiempo, hay algo que me huele a podrido en Villena. Y no es precisamente los olores que se desprenden de la planta de VAERSA, aunque en cierta manera, contribuyen a la causa. Me refiero a las actuaciones de cierto grupo político, en el que tenía ciertas esperanzas depositadas (más que en el PSOE) cuando llegó al poder, y que como suele ocurrir en política, ha acabado por decepcionarme profundamente durante esta legislatura que llega a su fin. Por supuesto, me estoy refiriendo al grupo de “Los Verdes”. Aunque para esta próxima campaña electoral, recomendaría a sus representantes que se presentarán con una nueva imagen más acorde con su política, con un nuevo color y un nuevo nombre: “Los Marrones” o “Marrones por y para Villena”. Me explico:
A lo largo de los 4 últimos años, Villena ha sido testigo del mayor descuido en parques y jardines del que un servidor ha sido testigo en su corta vida. No estoy culpando de ello a la brigada, aunque cierta parte de culpa tendrán, sino a sus superiores, a la Concejalía de Medio Ambiente. No entiendo como un partido que por sus propios principios es defensor de la naturaleza, se olvida de la importancia de las zonas verdes en un entorno urbano y de sus cuidados, tales como la poda o el riego. Prueba de ello son el color y la dejadez que muestran algunos árboles situados en la Avenida de la Constitución, la imagen de algunos de nuestros jardines urbanos (y no me refiero a los recientemente inaugurados, sino a nuestro “señorial” Paseo Chapí), o el flagrante deterioro que muestran el “vial ecológico” o la pinada de “La Virgen”, y en especial la Fuente del Chopo. Curiosamente todos tienen un denominador común, el color marrón. Sigamos con más ejemplos.

El proyecto Prima Domus me pareció cuanto menos curioso, pero desde un principio me resultaba algo extraño que se situará un centro de recuperación de primates en un paraje como la Sierra Salinas. Lo entendería y lo apoyaría si fuera de especies autóctonas, pero, ¿de monos? ¿No sería más lógico la construcción de este centro en un lugar más cercano a grandes reservas naturales o safaris? ¿Con qué finalidad se construye realmente? Por cierto, no se si se han dado cuenta, casualidad o no, los monos también son marrones.

Continuemos hablando sobre las polémicas obras por el trasvase Júcar – Vinalopó, donde me van a permitir una pequeña licencia religiosa. En él, nuestros amados políticos de “Los Marrones” encarnarían el papel de Judas, que vende a nuestro salvador (las aguas) por 40 monedas (concesiones políticas) a los romanos (el PSOE). Salvando las excesivas diferencias, se trata de una traición parecida hacia el pueblo de Villena. Nos cambian un agua apta incluso para el consumo, por una cuyo uso para el regadío es, cuanto menos, poco recomendable. ¡Pobres de nosotros! ¡Ni nos habíamos dado cuenta de que esta agua sucia es de color marrón!

Todo ello sin contar otros asuntos, tales como su oposición al polígono industrial en el término municipal con Yecla, por considerarla zona protegida para aves (¿no es un descampado?); las disputas del edil de Medio Ambiente con el Director de La Encarnación por 4 árboles; o los ya mencionados y mal sufridos olores de la planta de tratamiento de basuras. Asuntos todos ellos turbios, todos ellos marrones.

En fin, son solo unas muestras de cómo la campaña “Villena, te vamos a poner marrón” ha funcionado. Ejemplos, de cómo un grupo con promesas ecológicas de fondo, puede practicar la “hipocresía medioambiental” como ideología política. Solo espero que su nueva ejecutiva retome la política “verde”, y se olviden de la “marrón”, es decir, de todo lo que conlleva indirectamente la política.

Fdo.: Fran Estevan

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