Los olvidados
Abandonad toda esperanza, salmo 364º
El pasado sábado, en una columna del Información, Jesús Javier Prado recomendaba con entusiasmo esa gran película que es Searching for Sugar Man, último Oscar al Mejor Documental y testimonio apasionante acerca de Sixto Rodríguez, músico en la estela de Bob Dylan que tras su muerte (según algunas fuentes, por suicidio) acabó cayendo en el más absoluto olvido. En su reivindicación del film, además de acusar lo reducido de su estreno (ni siquiera ha llegado a los cines de la provincia), el periodista se cuidaba mucho de desvelar la gran sorpresa que incluye el relato (estamos ante uno de los pocos documentales susceptibles de generar spoilers)... aunque ya les aviso de que yo no voy a ser tan cuidadoso, por lo que si tienen intención de acabar viendo la película mejor se saltan el resto del párrafo. Y es que me parece que habría sido todo un puntazo que Rodríguez, que de muerto nanay, hubiese actuado en la ceremonia de los Oscar interpretando alguno de sus temas, como ese "Sugar Man" que pone los pelos como escarpias. Pero la Academia no se atrevió a tanto, aunque al parecer el cantautor esté en pleno uso de sus facultades: me acabo de enterar de que vendrá a Barcelona para el Primavera Sound compartiendo cartel nada menos que con Nick Cave, Blur y otro artista maldito (aunque este por motivos bien distintos), Daniel Johnston, que también fue resucitado por obra y gracia de un documental, The Devil and Daniel Johnston, que les recomiendo igualmente con fervor. De nada.
Respecto a este asunto, no somos los más indicados para criticar a los yanquis cuando aquí pecamos de lo mismo igual o peor: Contra el tiempo es otro documental de estreno limitado sobre artistas semiolvidados, en este caso actores, que dirigió José Manuel Serrano Cueto y que fue nominado al Goya en la categoría de documentales. Al final no ganó, lo que me disgustó bastante porque además de parecerme espléndido me hacía particular ilusión ver en el escenario al realizador, con el que tengo la suerte de departir a menudo vía Facebook, acompañado de alguna de las estrellas de su película o, mejor, de todas, con la salvedad de los malogrados Fernando García Rimada y Aldo Sambrell: nada menos que Carlos Bravo, Mabel Escaño, Lone Fleming, Antonio Mayans y Fernando Palacios; como verán, un buen pedazo de la historia viva del cine de género patrio. A toro pasado me enteré de que la organización no permitió el paso a ninguno de los integrantes de un reparto que en manos de Tarantino habría sido un cast de lujo; es más, cuando la productora propuso que cualquiera de ellos presentase la entrega de algún galardón, también se les denegó. Demasiado viejos y olvidados, argumentó luego Serrano Cueto con amarga ironía. Al parecer, no se contemplaba que intérpretes tan veteranos les robasen tiempo de lucimiento (en vivo y en TVE) a los Mario Casas o María Valverde de turno. En España no solo escribir es llorar, que decía Larra: casi todo lo demás de índole cultural, también.
Más olvidos sangrantes: el pasado 2 de abril falleció otro grande del cine popular, Jesús Franco, este sí Goya de Honor en 2009, pero dado que el 6 desapareció Bigas Luna y el 8 hizo lo propio la mismísima Sara Montiel, casi ninguna televisión se acordó como merecía de este autor de casi dos centenares de películas, la mayoría de terror o eróticas, que tan buenos ratos (con perdón) nos hizo pasar a algunos. De emitir una película suya, ni hablemos. Serrano Cueto sí se acordó en su muro de Facebook, claro, y un servidor también; y nos volveremos a acordar en la nueva edición de Mayo Negro, pero eso mejor se lo cuento la próxima semana. No se olviden.
Searching for Sugar Man se proyecta en cines de toda España.