Historia

Los quijotes de la pluma

Nuestro amigo y colaborador Mateo Marco Amorós publica hoy en Diario Información un artículo sobre el libro «Periodismo y sociedad. Villena, 1881-1999», presentado ayer en Alicante y obra, además del propio Mateo Marco, de César López Hurtado y José Puche Acién. Por su interés, lo reproducimos a continuación:
Por ejemplo estamos, día 6, en el primer domingo de noviembre de 1910. Y en Villena, «La Tribuna», un nuevo periódico, saluda a sus colegas: «La Tribuna saluda a la prensa española en general y especialmente a los humildes periódicos provincianos, verdaderos quijotes de la pluma, que sin más recompensa que el deber cumplido, realizan uno y otro día la labor gloriosa que les está encomendada».

La publicación semanal se confesaba «hermana» de «El Bordoño», continuadora del mismo semanario villenense que había desaparecido en julio de 1909 y que reaparecería en 1913 sin poder ser, este «Bordoño», lo que fue «El Bordoño» primero. De «La Tribuna» (1910-1911) se editaron treinta y cuatro números. No esta mal para una publicación local cuando lo frecuente es que el primer número sea, sino el último, quizás el penúltimo. «La Tribuna», igual que su «hermano» en su primera época, quiso ser, desde planteamientos liberales, independiente en un contexto de periódicos dependientes de partidos y granjerías. De fiarnos de las cifras manuscritas en los ejemplares que hemos consultado, de «La Tribuna» se tiraban normalmente 600 unidades, 650 del número 5 y hasta 700 de los números 6, 11, 12, 13, 17 y 20. Una cantidad significativa para una población de 15.692 habitantes, teniendo en cuenta además que el analfabetismo era muy elevado. ¡Un 76 por ciento! en la provincia de Alicante se denuncia en el propio semanario («Hacia el Progreso», nº 29, 21.05.1911). El objeto de la publicación, manifiesto en el primer número en el artículo titulado «Al Público», además de llenar el vacío dejado por «El Bordoño», era, haciendo honor a su nombre, el querer ser para Villena «tribuna desde la que todos, sin distinción de ideas ni colores políticos, puedan dejarse oír en cuestión cualquiera que moral o materialmente afecte a su engrandecimiento, prosperidad o bienestar (...)». Desde nuestra perspectiva lo consiguió bastante, en parte porque siendo en su vida la única publicación local -esto de no tener en cuenta la publicación quincenal espiritista «La Luz del Porvenir» (1907-1911)- concitó a colaboradores variados. Su primer director, Alfonso Arenas Marín, no obstante confesará, en diario personal -diario que gentilmente nos ha facilitado la familia para su consulta- su cansancio y desencanto. Sobre todo por las presiones recibidas y por sentirse en soledad. También, lamentará Arenas que la publicación no tenga más independencia para consolidarse como «fuerza respetable» entre la población. Director de la misma, también fue José Soler Doménech, padre del arqueólogo José María Soler García. Lo sabemos porque en el número 17 (26.02.1911), se recoge la doliente nota: «El martes por la tarde, subió al cielo en Alicante, el angelical niño Ricardito Soler García, hijo de nuestro querido director».

Alfonso Arenas Marín traía cierta experiencia periodística como colaborador en «El Tío Juan» (1903), en «Juventud» (1903), en la primera época de «El Bordoño» (1906-1909), que continuaría como director con la fundación de «El Liberal Villenense» (1913) y como escritor en sucesivas publicaciones. José Soler Doménech también gozaba de experiencia: antes de dirigir «La Tribuna» había sido durante un periodo director de «El Bordoño».

Por no continuar con detalles, por no emborracharnos con más nombres y fechas, sirva lo escrito para intuir la abundante información que los periódicos locales nos pueden proporcionar, trayéndonos la vida íntima de la ciudad y sus gentes, vinculando generaciones con el pulso cotidiano de la ciudad. Y sobre todo informándonos preciso de lo nimio. Aquí el objeto de la obra «Periodismo y sociedad. Villena, 1881-1999», poner un poco de orden en tanto dato concreto. Obra que se enmarca en la colección de publicaciones sobre prensa alicantina que viene editando el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert de la Diputación Provincial de Alicante. César López Hurtado, José Puche Acién y quien escribe han vaciado y comentado unas doscientas cabeceras de publicaciones habidas en Villena para dar a conocer a los estudiosos y curiosos las claves para acercarse a una información generosa pero abrumadora. Una obra que sólo pone el punto final para que otros con dedicación meticulosa, periódico por periódico, ejemplar por ejemplar, página por página, artículo por artículo, elaboren lecciones que nos descubran, entre muchas cosas, el pulso de lo cotidiano más próximo.

Resulta lástima y paradoja que quien ha editado el libro, el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, no haya respondido al interés que las Bibliotecas Públicas Municipales de Villena han puesto para poder presentar el libro en Villena.

Por Mateo Marco Amorós.

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