Maestro belenista
No comprendemos la Navidad sin belenes. Sin belenes las navidades sólo serían vacaciones de invierno. Navidad es nacimiento y los belenes son nacimientos, algunos prolongados hermosamente con artes y sabidurías de variado urbanismo. Y muchos lo son preciosos extendiéndose también, con mucha imaginación, con artesanía y artificios de montes y campos. Y musgos.
El belén nos acerca al Dios más sencillo. Al Dios hecho hombre, al Cristo. Empezando por la niñez. Pero si ni siquiera creyéramos en Dios, en el belén está ese Jesús de Nazaret que fuera lo que fuera no puede pasar desapercibido para el bien de la humanidad. Por esto no entendemos los desdenes contra el belén. O a ver si va a tener razón Santiago de la Vorágine cuando dijo que el nacimiento de Jesús provocó muchas turbaciones: "Porque los impíos no pueden soportar la presencia de un justo entre ellos".
Para disfrutar de belenes, esperando el placer de visitar en Villena el belén de nuestros belenistas, sirva e interese la exposición que ha patrocinado la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Orihuela con los belenes de José Manuel Zambrana García en el Museo San Juan de Dios de la ciudad episcopal, exposición que ya es desde el pasado 12 de diciembre y que será hasta el 6 de enero. Zambrana ha recibido muchos premios en su quehacer artesano, aunque no sé si el mejor de los premios es éste de ahora: el de exponer su obra belenística en su ciudad natal, cuando ya lo había hecho en otras poblaciones. En la inauguración de la exposición algo se respiró de esto en las palabras que pronunciaron Ana Mas, Concejala de Cultura, y el propio autor. No fue un aire de reproche pero sí sentimos como un "ya era hora" porque ya era hora que en Orihuela pudiéramos disfrutar del lujo artesano de Zambrana. No creo que el artista exigiera este reconocimiento, pero no está mal que las ciudades honren a los ciudadanos que lo merecen. El reconocimiento popular hacia Zambrana lo hemos advertido desde que vivimos en Orihuela. Muchas veces hemos oído valorar positivamente su obra, especialmente las maquetas de monumentos de la ciudad, pero no está mal, no, que los organismos públicos, representándonos a los ciudadanos, hagan oficial nuestro aplauso cotidiano. Por esto felicitamos a la Concejalía de Cultura por canalizar aquí el clamor ciudadano y hacerlo oficial. Llegando el fin de año, permítasenos este pequeño paréntesis para hacer balance y encomiar el quehacer político cultural de la concejala Ana Mas. Para que nuestra amistad reconocida y mi aprecio a su familia no empañe de subjetividad mis palabras, ahí está la hemeroteca para corroborar una labor intensa, variada y coherente. Ejemplo a seguir en lo que nosotros entendemos como política cultural municipal.
La visita a la exposición merece la pena porque además de la maravilla belenística también se exponen las maquetas que decíamos que el artista ha realizado en estos años sobre monumentos de Orihuela, algunos, como la Casa del Paso, arquitectura perdida en el crecer no siempre sensato de la ciudad. Y broche magistral en la exposición nos parecieron las imágenes en arcilla que modeló para la Cofradía del Perdón. Aquí una Virgen que quita el habla. Demasiados tronos, demasiadas estatuas, nos han alejado de esta mujer que cuando la descubrimos sin alhajas ni mantos todavía nos asombra más. Así esta estatuilla que decimos de bellísima factura, imagen que invita a rezar solidarizándose.
¡Ah! Que conste que José Manuel Zambrana, vinculado a Villena por estar casado con villenera, en varias entrevistas ha reconocido en su labor como belenista la influencia de los artesanos villeneros.