Deportes

Marató i Mitja 2008: 65 kilómetros pasados por agua

El pasado domingo 10 de mayo, Miguel Flor se desplazó hasta Castellón para disputar la carrera reina de la Comunidad Valenciana en cuanto a distancia se refiere, 65 kilómetros de montaña desde Castellón a Sant Joan de Penyagolosa con casi 3.000 metros de desnivel acumulado.
La carrera comenzaba a las 6:00 de la mañana desde el estadio Castalia, para enseguida salir de la zona urbana y acometer definitivamente la montaña. La décima edición de la Marató i Mitja a Penyagolosa se cobró muchas víctimas. Y es que, a la dureza del terreno durante sus 65 kilómetros de recorrido, se añadieron las malas condiciones meteorológicas, lo que hizo que la prueba se acabara antes de hora para muchos. De los 1.071 atletas que salieron, sólo 810 llegaron a meta en el límite de 15 horas dispuesto por la organización, por tanto fueron más de 200 los abandonos.

Lo que sí sufrieron tanto los primeros en atravesar la línea de meta como los últimos –hubo corredores que emplearon casi quince horas– fue el frío y la lluvia, lo que se tradujo en síntomas de hipotermia. La mayoría de los participantes fueron atendidos por los servicios médicos, hasta llegar al punto de que la demanda de mantas térmicas fue tan alta que la organización tuvo que recurrir a los vecinos de Vistabella para que les dejaran ropa de abrigo.

Miguel Flor logró terminar la prueba en una meritoria 202 plaza de su categoría y 259 de la clasificación general, con un crono de 9 horas y 16 minutos, durante un largo recorrido en el que la lluvia, el frío y el barro fueron sus compañeros de viaje.

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