Mirando por la ventana
Que digo, señora, que si tiene Vd. paciencia para leer y aguantar al Buendía, semana tras semana, con esas elucubraciones mentales que se hace el bueno de Aureliano mientras esquiva heces caninas por las calles, observando carteles curiosos o poniendo de hojica perejil al equipo de gobierno local por irse de retiro en horas de curro, pues bien pensado, a lo mejor le queda un hueco para leer a este pobre observador que, con acierto o error, interpreta lo que puede de lo poco con sentido que se encuentra por la calle. Y si no es Vd., señora, la que puede o quiere leerme, a lo mejor su marido o alguno de sus hijos, tal vez vecinos o parientes, no sé, alguien habrá que pueda encontrar interesante lo que escribo.
¿Qué por qué escribo? Pues sepa Vd. que la culpa, buena parte de culpa la tiene Aureliano Buendía, sí hombre, el que está a la vuelta del periódico y que bajo el título Apaga y vámonos pretende, y lo consigue el muy jodío, tener la última palabra cada semana. Un día hablando por el intenné me dijo: Buen hombre. Habla con el jefe de este tinglado que igual te da una columna y me puedes replicar. Y allá que fuimos a reunirnos con el amo, y entre los tres esbozamos lo que podría ser esto que está leyendo, una columna, mi columna, que entre todas la columnas no es más que una más, pero para mí, es mi columna. Y mire Vd. que me sentí privilegiado cuando me dijo Adelante, ya puede usted escribir su columna, y mi columna saldrá en el papel y en la web y hasta me siento parte de eso que han dado en llamar La cofradía de la columna, porque aquí somos muchos lo penitentes que nos debemos a lo mismo, a la columna.
Y heme aquí, sentado ante mi ordenador en una habitación de un hotel a orillas del Atlántico, sabiéndome dueño de una columna pero sin tener ni idea de qué escribir. Me pregunto si de política o de trasvases y una duda me ensombrece la idea: ¿Acaso no es lo mismo? ¿Acaso la derogación de los trasvases que tan bien nos vendrían no es una decisión política antes que técnica? No lo sé, me parece que son temas muy trillados En la televisión está la solución, para que luego digan que es la caja tonta: viendo el primer canal portugués, donde están dando un documental de lo que fue su última guerra y la revolución llamada de Los Claveles. Y uno, que es bastante observador, se va de inmediato a comparar este documental con los que se están emitiendo en España últimamente sobre la Guerra Civil del 36.
¿Qué les parece si para una futura columna hablamos de esto? De la manía de refrescar recuerdos que, estos sí, deberían ser soterrados y no alejados, como deberíamos hacer con las vías. ¿Cómo dice? ¿Que las vías no hay que alejarlas? También, también podemos hablar de eso porque yo discrepo de su opinión.
Me parece que ya me está Vd. calando y se da cuenta de que, lo más probable, es que en mis columnas mezcle muchos temas. Ha acertado. Deje que le explique que uno, muchas veces, tiene la impresión de que los problemas de la ciudad o de la nación (sí, me refiero a España, ¿es que hay más?), son como las entradas de los blogs de Internet, preocupan y se habla de ellos mientras están en portada
Después quedan como el saldo de una cuenta a plazo fijo, invariables hasta el próximo vencimiento.