Música y lágrimas
Lo escuché muchas veces en mi infancia. Aún lo escucho. En vinilo. Era uno de sus discos preferidos porque era la banda sonora de una de sus películas preferidas. Cuando recuerdo la película, la recuerdo en blanco y negro. Como la primera vez que la vi. Porque la vi en la tele de casa. Cuando las teles en blanco y negro. La vi con él. En la salita de estar. La música me trae aquel momento.
La película es una película amable y entretenida, prácticamente una sucesión de videoclips musicales cuando no existían los videoclips musicales. Sin embargo, a pesar de ser una película dulce, la recuerdo siempre como triste. Porque siempre me ha pesado el final. Se trata de "Música y lágrimas", "The Glenn Miller Story". Y el protagonista muere. O desaparece. A saber. Que estas muertes en avión sobre el mar...
El disco es estupendo. Una selección que hizo el sello Orlador para Círculo de Lectores hacia 1970 con los mejores temas del film: "Serenata a la luz de la luna", "St. Louis Blues", "En forma", "Collar de Perlas", "Pennsylvania 6-5000" entre otras. Entonces se traducían hasta los títulos de las canciones: "Moonlight Serenade"... "In the Mood", "String of Pearls"... Disco y película, "Música y lágrimas" era una de sus películas preferidas por la atracción que sentía por la biografía de Miller y por la participación de Louis Armstrong haciendo de Louis Armstrong, como el baterista Ben Pollack hace de Ben Pollack y...
Cuando a raíz de la lectura del cómic "1968. Un año de rombos" cómic de Juan Álvarez editado en Alicante en 2012 por Edicions de Ponent escribimos "La televisión", hablamos de la pasión de nuestros padres por el trompetista y cantante Louis Armstrong. Mi padre la tenía. Por Armstrong y por Miller, el hombre que dijo amor o todo con la música. Ahora que he vuelto a ver "Música y lágrimas" gracias a la gentileza y cinefilia del profesor Antonio Escudero he recreado, sorprendido por el color, aquellos tiempos en los que vi la película y sonaba la banda sonora en casa... ¡Ay esa ternura enamorada al borde de la tristeza o en la tristeza de la "Serenata...". Y frente al blanco y negro y el final triste que yo recordaba está el color y la trama dulce. Dirigida por Anthony Mann se estrenó en Japón en 1954, el ocho de enero.
Y volviendo a ver la película nos ha llamado la atención la estatura de James Stewart, un metro y noventa y un centímetros, lo mismo que midieron Gary Cooper y Gregory Peck. James Stewart hace de Miller y su altura llama la atención porque contrasta con la de la actriz June Allyson, un metro y cincuenta y cinco centímetros, que hace de Helen Berger Miller, esposa de Miller. No hemos dado con la información de la estatura del matrimonio en la realidad para ver si ese contraste de alturas que llama la atención en la película fue real. Cuando el actor José Ferrer interpretó en "Moulin Rouge", la de 1952, la de John Huston, al pintor Toulouse-Lautrec nos suena que se dispuso en el rodaje de una plataforma inferior para ajustar el metro y setenta y ocho centímetros de estatura de Ferrer al metro y cincuenta y dos centímetros o menos de Toulouse-Lautrec en su realidad de piernas de niño. De los actores que siempre recordamos altos, enormes en nuestra infancia, está John Wayne. Al cabo dos centímetros más que James Stewart. Wayne, alto y fuerte para la taberna y el oeste. Stewart, grandioso para la melancolía de Miller perdido en el mar.