Nadal-Alcaraz: el duelo más esperado en la Caja Mágica
El pupilo de Juan Carlos Ferrero, que ya es séptimo del mundo, se enfrenta esta tarde al Rey de la Tierra por un puesto en las semifinales de Madrid
Un año y un día. Es el tiempo que ha transcurrido desde la última vez que Rafa Nadal y Carlos Alcaraz se vieron las caras en la Caja Mágica de Madrid por primera vez. Fue en la segunda ronda del torneo y el joven murciano cayó rendido ante los poderosos golpes de raqueta del rey de la tierra batida, que se impuso por 6-1 y 6-2. Después de aquello solo se han enfrentado una vez más, en las seminales de Indian Wells, en donde de nuevo volvió a salir victorioso el balear, pero con un partido mucho más disputado (6-4, 4-6 y 6-3).
Hoy se reencuentran, de nuevo en Madrid, una ciudad que adora a ambos y que espera con ansia este enfrentamiento provocado por la mano inocente de Pablo Carreño en el sorteo y la fuerte convicción de ambos.
Han cambiado muchas cosas desde el duelo del año pasado. El ganador de 21 títulos de Grand Slam no jugaba sobre tierra batida desde Roland Garros el pasado año, y aparece en escena recién superada una lesión que pone en duda su estado físico. Al número 9 mundial –como mínimo el 7 a partir del lunes–, figura en ciernes del circuito, le toca bregar con uno de los emparejamientos más difíciles al que se puede enfrentar cualquier tenista, el mayor de los retos sobre tierra batida. Además, es cinco veces campeón del Mutua Madrid Open, y fue finalista tres veces más.
Corría el año 2003 cuando un joven de 17 años llamado Rafael Nadal disputaba su primer torneo en Madrid. Mismo año en el que, precisamente, venía al mundo Carlos Alcaraz. Desde entonces, el balear ha participado de manera ininterrumpida, siendo esta su decimonovena edición. Ambos tienen más cosas en común de lo que parece.
También la forma de afrontar esos agónicos partidos a los que tienen acostumbrados a la grada y que, casi siempre, acaban en victoria. Y aunque se dice que las comparaciones son odiosas, es inevitable recurrir al paralelismo entre los españoles.
Con 6.195 días de diferencia, las sensaciones son del todo parecidas: el 17 de abril de 2005, Nadal triunfaba en el Masters 1.000 de Montecarlo. Fue el inicio de una era y de un referente del tenis que aún perdura. El pasado domingo 3 del mismo mes, pero 16 años y 11 meses después, Alcaraz vencía en Miami, un torneo de la misma categoría.
Nueva rivalidad
Jugador prodigio donde los haya, el chaval de El Palmar acumula ya cuatro títulos en su palmarés, tres de ellos en esta misma temporada: Umag (2021), Río de Janeiro, Miami y Barcelona. Es el único tenista que ha pisado las semifinales de Indian Wells y Miami antes de cumplir los 19 años. No le tiembla el brazo, no le da miedo buscar golpes complicados en los momentos decisivos. Elementos que marcan la diferencia entre los grandes jugadores y los que tienen algo más. La grandeza de Alcaraz reside en que compite como si no se diera cuenta de lo bueno que es.
Estrenó el palmarés masculino español en Miami, un torneo en el que ni siquiera Nadal ha sido capaz de inscribir su nombre pese a jugar cinco finales. Partió siendo el segundo finalista más joven -desde Nadal en 2005, nadie había alcanzado la final con esa edad- y el quinto más precoz en la historia de los 283 torneos Masters 1.000, desde 1990.
El actual cuatro del mundo es consciente de que su rival parte con ventaja en cuanto a estado físico. Así lo admitió ayer en la rueda de prensa que concedió después de superar una angustiosa eliminatoria ante David Goffin, en el que levantó cuatro bolas de partido. Aun así, es Nadal. Hará todo lo posible por estar competitivo, agarrarse a la pista y superar este nuevo escollo en su carrera. Insiste el balear en no llamarlo «rivalidad» por la gran diferencia de edad (diecisiete años) que hay entre ambos. Y da gracias por que haya llegado «alguien como Carlos», para seguir elevando sus propios niveles tenístico a lo más alto durante muchos más años.
El pupilo de Juan Carlos Ferrero, por su parte, indicó: «Puede que a la tercera va la vencida». Será un auténtico espectáculo de tenis, y Madrid y la afición de la Caja Mágica tendrán la suerte de vivirlo en directo.