Ninguno de los dos
La verdad, como todo, puede tener tres lados: el de cada una las partes y el cierto y verdadero, que con frecuencia no es ninguno de los dos
En su Viaje al Pirineo de Lérida. Notas de un paseo a pie por el Pallars Sobirà, el Valle de Arán y el Condado de Ribagorza, confesaba Camilo José Cela estar más cerca de los chinos que de los europeos en la concepción de la verdad.
Según el autor gallego, para los europeos la verdad presenta dos caras, como Jano. Tres para los chinos: El viajero, en esto, se siente más cerca de los chinos, quienes piensan que la verdad, como todo, puede tener tres lados: el de cada uno de ambos dialogadores y el cierto y verdadero que, con frecuencia, no es ninguno de los dos.
Bifrontes los europeos, y mucho más los europeos españoles, parece que no tengamos término intermedio. O si lo tuvimos lo destruimos. Pagando siempre muy caro ese bifrontismo al convertirlo en bifrentismo.
¡Qué tristeza!
Ya lo dice el refrán «En el término medio está la virtud».
Los extremos nunca se juntan y hay quien prefiere el «Divide y vencerás».
Una lástima