NO-DO: El Reestreno
Leía con estupor en días pasados que se está ultimando, por parte del Ministro competente del equipo de Zapatero, la creación del C.A.E. (Consejo Audiovisual Estatal) que también tiene su homónimo en Cataluña con el C.A.C. de Maragall.
No es este el hecho que me inquieta sino alguna de las funciones que, por lo visto, tendrá bajo su competencia este o estos organismos: La censura.
La Censura camuflada bajo el pretexto de emisión de información no veraz siendo estos organismos quienes, por lo que se dice, tendrán la potestad de decidir qué sí y qué no es veraz. Es, son, entes políticos, por lo que una aplicación errónea del concepto Veracidad provocaría la actuación de la censura política, vamos, lo más parecido a lo que muchos considerábamos ya superado propio de la época franquista.
Esto, siendo mal utilizado, nos puede colocar ante la situación de que sólo determinada prensa, determinados medios de comunicación cuenten su información veraz y que por tanto, exista de nuevo el NO-DO Ya en un alarde de imaginación, recordando aquellas gloriosas inauguraciones de pantanos que hiciera el generalísimo en sus días, me hice la imagen virtual de algo similar viendo a la ministrísima Narbona inaugurando sus trasvases, eso sí, sin que submarinistas de los tres ejércitos se dediquen a engancharle en el anzuelo pescado alguno.
El movimiento de la prensa, que no es lo mismo que la prensa del movimiento, está recibiendo muchos millones de pesetas en publicidad para que las gentes nos creamos que, en efecto, el cambio de toma del trasvase Júcar-Vinalopó es lo mejor que nos ha podido pasar a los alicantinos. ¿Recuerdan Uds. lo que se decía de las campañas publicitarias de Zaplana cuando era ministro? Pues hoy, esas mismas lenguas viperinas parecen haber perdido la sensibilidad o es que ni antes ni ahora les importa el gasto sino quien lo hace.
El caso es que ya volviendo a lo más cercano, a nuestra Villena, leyendo lo que la oposición piensa y compartimos muchísimas personas sobre la revista AV y la Concejalía de Comunicación, se me ocurrió la idea de denominarlo C.A.V. (Consejo Audiovisual de Villena) con la revista a modo de NO-DO. Las actuaciones últimas sobre o contra o a favor de diversos medios de comunicación así me lo inspiran. Y es que en Villena, aunque no lo parezca, estamos muy avanzados para depende qué cosas.
A pesar de que mucha gente se lo ha preguntado, todavía no hemos escuchado una respuesta clara que explique las razones por las que esa concejalía suspendió los contratos publicitarios con TV Intercomarcal. Algunos medios de comunicación perdieron la oportunidad, en su momento, de dar a conocer la información veraz que impulsó al CAV a actuar de semejante forma. Y es que el silencio no es comunicación ni es expresión de opinión, si hacemos caso de los mentideros de la ciudad, podríamos llegar a decir que ese silencio es la aceptación de que la libertad de expresión y de prensa depende de la firma o no de contratos publicitarios.
Si esto es así, me pregunto con amargura qué pensarían aquellos comunicadores que lucharon contra la censura franquista arriesgando sus vidas imprimiendo en multicopistas escondidas en zulos de cualquier casa, los mensajes de esperanza y libertad que tiempo después consagraríamos los españoles gozando de esta democrácia que todavía tenemos.
Me pregunto, con inquietud, qué piensan de esto los verdaderos demócratas que están en la política activa, sean de izquierdas o derechas, porque ellos tienen en su mano la llave de la puerta que abre o cierra el paso a estos retrocesos en un estado democrático.