No nos dejan reciclar

Ya está otra vez desbordado más de una semana el contenedor de reciclaje de envases de nuestra esquina (la de la calle Román con San Juan, en el barrio de las Cruces) y, sobre el contenedor lleno, se van apilando las bolsas que la gente del vecindario, acostumbrada a realizar un ejercicio de separación de residuos, no sabemos dónde depositar.

He dicho bien, ya está otra vez, porque esto no es nada nuevo: ha sucedido por lo menos tres veces más en cuestión de tan solo un espacio de meses.

En concreto, en la última ocasión, me costó alrededor de cinco o seis días llegar a ponerme en contacto con la persona responsable en el Ayuntamiento y, cuando lo conseguí, fue necesario comunicarme con la misma hasta en tres días diferentes para que, por fin, viniesen a vaciar el contenedor.

Esta vez, además, acompaña al rebosante contenedor de reciclaje también un contenedor azul —el de papel y cartón— hasta arriba. Y el montón de bolsas encima continúa creciendo.

Puesto que después de cinco llamadas sin éxito no he conseguido hablar con nadie que tenga la competencia de solucionar este problema, vengo aquí a denunciarlo de manera pública, ya que considero que esta no es solo una cuestión de higiene, incomodidad o estética, sino que además puede llegar a desalentar a una ciudadanía que, poco a poco se va concienciando en la relación del reciclaje con el cuidado de nuestro entorno y la buena voluntad de convivir en comunidad.

Por favor, no demos pasos atrás. Faciliten, no desalienten. Déjennos reciclar.

Por: Una vecina de las Cruces.