Nueva exhibición de Carlos Alcaraz en Nueva York
El pupilo de Juan Carlos Ferrero iguala su mejor resultado en Grand Slam llegando a la tercera ronda del US Open, en el que debuta
No hace falta que gane un título, como sucedió este verano en la tierra batida del ATP de Umag. Tampoco que pise una pista de privilegio y sorprenda durante unos largos e intensos minutos a uno de los pesos pesados, como fue el caso de Wimbledon contra Daniil Medvedev en la Pista 1 del All England Club. También en canchas más apartadas y frente a rivales no tan reconocidos se exhibe el murciano Carlos Alcaraz.
A sus 18 años igualó su mejor resultado en un torneo de Grand Slam llegando a la tercera ronda del US Open, en el que debuta. Una ronda que ya conoció este curso en Roland Garros, entonces pasando antes por la criba de la fase previa.
El pupilo de Juan Carlos Ferrero, 55º del ranking mundial, eliminó al francés Arthur Rinderknech, 26 años y 83º en la clasificación, por 7-6 (8-6), 4-6, 6-1 y 6-4 en 2h.57' de encuentro en la cancha 6 del USTA Billie Jean King National Tennis Center.
Su próximo paso en el complejo neoyorquino lo dará frente al mejor del duelo entre el griego Stefanos Tsitsipas y el francés Adrian Mannarino. Palabras mayores en su intento por conocer unos octavos de Grand Slam. No tiene prisa, tampoco pausa. Avanza meteóricamente por inercia de trabajo y cualidades, con sólidos fundamentos.
Tiene mucho que ofrecer, y se exprime en cada punto. Pasión y talento. Combinación letal. Su privilegiada mentalidad y carácter competitivo le permiten solventar las situaciones comprometidas con a misma intensidad con la que aprovecha las dinámicas positivas.
En el 'tiebreak' del set inicial se vio abajo 3-6. Ningún problema para alguien, que como su idolatrado Rafa Nadal, juega punto a punto. Ganó los cinco siguientes, en una remontada que se hizo más valiosa cuando el parcial siguiente se lo llevó el francés, a base de buenos saques desde su 1,96 de estatura.
Rinderknech también se ha presentado en ATP Tour esta campaña, logrando sus primeros éxitos a los 26. Le ha costado encontrar el grado de madurez necesario en el tenis profesional. Denotó menor fortaleza mental que el joven Alcaraz, que fue a más según oteaba la victoria. Tan sólido de cabeza, de saque y derecha, que asustó al galo, que se creyó el perdedor que fue. Se estrenaba en una segunda eliminatoria de Grand Slam, no la pasó. Delante tuvo a un muro, cada día más alto y robusto.