Nueva York, un destino turístico ideal en cualquier momento del año
Hay tantos viajes como personas, porque existe una Nueva York para cada uno…
El verano se acerca y es hora de empezar a planificar las vacaciones. ¿Playa o montaña? ¿En España o saliendo al extranjero? Sean cuales sean tus preferencias, seguro que hay un destino que aparece siempre en todas tus quinielas: la ciudad de Nueva York.
¿Cuál es el mejor momento para visitarla? ¿En Navidad? ¿En otoño? ¿Durante su caluroso verano? Siempre hay motivos para visitar la auténtica capital del mundo, y lo cierto es que hay tantos viajes como personas, porque existe una Nueva York para cada uno, y no nos cabe duda de que, una vez la visites, querrás volver a hacerlo en otro momento para seguir disfrutando de sus encantos.
Antes de ir a Nueva York
Además de resolver las cuestiones relativas al vuelo y al alojamiento, debes saber que los ciudadanos extranjeros necesitan visado para poder entrar a cualquier lugar de Estados Unidos.
Por suerte, España forma parte del programa de exención de visado aprobado por el gobierno estadounidense, por lo que únicamente necesitaremos contar con una autorización ESTA para ciudadanos españoles, que es como un visado, pero con la ventaja de que puede tramitarse online, no siendo necesario personarnos en ninguna embajada o sede consular.
Por lo tanto, no olvides que si vas a viajar a EE. UU. por negocios o turismo, e incluso por necesitar un enlace de vuelo hacia otro país, necesitarás tener tu ESTA antes de subir al avión en España. Una vez conseguida, tendrá una validez de dos años y te autorizará a permanecer en EE. UU. hasta un máximo de 90 días seguidos.
Disfruta de la City
Cumplimentada la burocracia, llega el momento de divertirse. Todo dependerá de los días de duración de tu viaje y de tus posibilidades económicas, pero desde luego, hay algunas visitas que no deberías perderte jamás:
Contemplar Nueva York desde lo alto
Simplemente imprescindible. Una de las opciones es subir al mítico Empire State Building y disfrutar de las vistas del icónico skyline neoyorquino, pero en nuestra opinión es aún mejor subir al Top of the Rock, el mirador del Rockefeller Center, que ofrece una vista 360º de la ciudad… incluido el propio Empire State, el primer edificio de más de 100 pisos, un monumento del art deco que enamoró al mismísimo King Kong.
Pero si lo que te van son las alturas, te recomendamos el One World Observatory, donde en su día se levantaban las añoradas Torres Gemelas. Se trata, en estos momentos, del sexto edificio más alto del mundo, ofreciendo unas vistas impresionantes a más de 400 metros de altura.
Visitar la Estatua de la Libertad
No solo es el icono de Nueva York, sino de todo Estados Unidos. La primera imagen del país que durante décadas recibieron los inmigrantes, que llegados por millones anhelaban la nueva vida en libertad que representa la estatua.
Se puede visitar tomando un ferri gratuito desde la terminal Whitehall, pero ese paseo solo permite verla desde la distancia. Para poner el pie en Staten Island y poder subir hasta el mirador de la estatua, lo que incluye la visita al Museo de la Inmigración, hay que tomar otro ferri de pago.
Atravesar el puente de Brooklyn
Otro de los iconos de la ciudad, mil veces visto en el cine y en las series de televisión. Hito de la arquitectura industrial del siglo XIX, en su momento fue el puente colgante más largo del mundo.
Además, atravesarlo tiene premio, porque desde Brooklyn se tienen las mejores vistas del skyline de Manhattan y su increíble entramado de rascacielos y construcciones.
Conocer los distintos barrios
Más allá de sus iconos artísticos o arquitectónicos, ser neoyorquino es un modo de vida. Eso se respira en cualquier punto de la ciudad, ya sea viendo a los ejecutivos encorbatados del barrio financiero de Manhattan o entrando en una misa gospel en Harlem.
La lista sería interminable, por lo que diseñar esta estancia responde a un criterio muy personal, pero hay pocas cosas comparables a tomar un picnic descansando en Central Park, cenar un trozo de pizza recorriendo Little Italy, conocer los bares de moda del Meatpacking Distric o embobarse con las construcciones antiguas del Village.
Un viaje para cada persona
Podríamos seguir enumerando lugares conocidos, pero no terminaríamos nunca. Y ahí precisamente reside la magia de Nueva York. Es tan grande, tan diversa, tan distinta y tan única al mismo tiempo que hay una Nueva York para cada persona y para cada viaje.
Por mucho tiempo que pases en ella, por muchos viajes que hagas, siempre encontrarás algo sorprendente a la vuelta de cada esquina, lo cual no hará más que aumentar tu curiosidad por seguir conociéndola.
Por ello, te lo advertimos: si estás pensando en viajar a Nueva York por primera vez, que sepas desde ya que no será la última. ¡Buen viaje!